Alguna vez me dijo un buen amigo escritor que el escribir es como ejercitar un musculo, se debe entrenar para llegar a ser bueno, así que me sugirió que todos los días debería escribir algo. Definitivamente no puedo considerar todo lo que escribo como bueno, pero si como divertido. Lo siguiente son algunas cosas que se me han ocurrido de imprevisto y así lo he tenido que escribir sin meditar mucho en su estilo o contenido.
Canto cuando estoy contento
Muy adentro en un melón
Me esfuerzo y giro abierto
Bailo, grito, corro y cuento
Cinco mil adivinanzas
Y acertijos un montón
Cuando triste en la cocina
Me escondo en la sandia
Lloro y lloro en las semillas
Y en la carne rosadita
Con chilito y don limón
Cuando pienso en ti se arremolina
En mi panza sin tardanza
Mi corazón que es de manzana
Que con todo y huesos me trague
Cuando todos me informaron
Que la guerra han empezado
Las verduras indignadas
Al negarse a cooperar
A entrar en la lasgana
Que esperábamos hornear
Un mosquito bien habido
Por fortuna ha traído
Las noticias de batalla:
Estas son que en el frente
Se ha averiado un mallugado
cañón que disparaba
Rábanos sin cesar
Un pelotón de plátanos
Machos por supuesto
Quienes si no ellos
Con furia y valentía
Han penetrado en las líneas
Que guardaban con tesón
Cientos de lechugas
En romana en formación
Recordándome tu rostro
Bellas fresas todas ellas
Distrayendo con su encanto
Les Cayeron acabando
A las fuerzas lideradas
Por un tomate bonachón
La guerra está perdida
Grita la reina calabacita
Los espárragos en retirada
Abandonan los puestos de avanzada
Las zanahorias orgullosas
Han perdido su color
Al horno corren todos
Que es mejor perder la vida
Que ante todo el honor
Firmado con testigos
La paz se ha establecido
Con un desfile de sabores
Presidido con orgullo
Con su corona en punta y pico
La reina piña ha decidido
Nombrarme caballero
De la noble orden de los mangos
De hoy en adelante
Sin nunca volver a llorar
Será mi vital tarea
serte fiel y constante
a mantener feliz y radiante
a la fruta que tú quieras ser.
