lunes, 30 de diciembre de 2013

La lluvia es hermosa.

Anoche mire el cielo y me di cuenta que intentaba decirme algo,
Pero por desgracia no hablo cielo, a lo mucho hablo  un poco de tierra
Aunque  me hago entender  muy bien en viento, 
pero con algunas señas y un balbuceo poco reconocible logre descifrar sus palabras
Entre nubes difuminadas como dibujo a lápiz de carbón el cielo me dijo:
-Tú  me recuerdas a alguien que en su andar caminaba con tus pisadas
Pesadas y sin forma, pero a diferencia tuya ese hombre lloraba-
Respondí  -¿Qué no has visto que ha empezado a llover?  Y tu llanto moja mi cara-


Feliz Año.

Es muy necesario a veces  reconocer
la grandeza de las cosas cotidianas
entender de los símbolos y las marcas
que a lo largo del camino se dejan ver
reconocer en la simpleza de las cosas
tanto las maravillas ocultas en un día,
como en una semana,  o en un mes
que no es
solo la luna girando o el sol de guía
sino es
quien cuenta cuantas veces lo hace,
como lo  hizo y con quien lo  haría
debemos descubrir entonces, debemos aprender
¿Cómo saber? de sabor y sabiduría
Comer al igual que ofrecer la sal de la hospitalidad
Recomendada en el libro sagrado del Corán
Beberse el mundo pero no bastante, solo suficiente
Para no caer en el orgullo sino servir en humildad
Según el Buda lo describe en el Sutra del diamante
Dormir el sueño de los justos en fidelidad y honradez
Según escribió tiempo atrás el fiero Hammurabi
Amar, amar tanto, tanto y sin sentido,
Sin sentido y sin olvido, sin olvido y sin razón
Que no hay mejor ocasión que la de hoy
Para decirte que te quiero, que los quiero
Y que necesito que me enseñen
¿Cómo saber? De sabor y sabiduría
Como comer, como beber, como dormir
Y sobre todo como amar en estos tiempos
Tan pasados, tan presentes y tan infinitos
Que no harán falta fantasmas o señales prodigiosas
Para hacerme pronunciar  su nombre entre  sonrisas
Por ultimo quiero conmemorar a los amigos ausentes
Los grandes espacios vacíos nunca se llenan
Se conservan intactos rindiendo homenaje a los caídos
A los enfermos, a los presos, y a los olvidados
Doy gracias a Dios entonces por mantenernos juntos
Y también al diablo por hasta hoy no separarnos.
Felices días, felices meses, felices años.

Feliz Vida.


Embriaguense. Charles Baudelaire


Hay que estar ebrio siempre. Todo reside en eso: ésta es la única cuestión. Para no sentir el horrible peso del Tiempo que nos rompe las espaldas y nos hace inclinar hacia la tierra, hay que embriagarse sin descanso.

Pero, ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca. Pero embriáguense.

Y si a veces, sobre las gradas de un palacio, sobre la verde hierba de una zanja, en la soledad huraña de su cuarto, la ebriedad ya atenuada o desaparecida ustedes se despiertan pregunten al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, pregúntenle qué hora es; y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj, contestarán:
“¡Es hora de embriagarse!
Para no ser los esclavos martirizados del Tiempo,
¡embriáguense, embriáguense sin cesar!
De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca.



miércoles, 18 de diciembre de 2013

El Amenazado. Jorge Luis Borges

Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas,
la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes,
los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se
levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.



miércoles, 11 de diciembre de 2013

El día que me quieras. Amado Nervo

El día que me quieras tendrá más luz que junio;
la noche que me quieras será de plenilunio,
con notas de Beethoven vibrando en cada rayo
sus inefables cosas,
y habrá juntas más rosas
que en todo el mes de mayo.

Las fuentes cristalinas
irán por las laderas
saltando cristalinas
el día que me quieras.

El día que me quieras, los sotos escondidos
resonarán arpegios nunca jamás oídos.
Éxtasis de tus ojos, todas las primaveras
que hubo y habrá en el mundo serán cuando me quieras.

Cogidas de la mano cual rubias hermanitas,
luciendo golas cándidas, irán las margaritas
por montes y praderas,
delante de tus pasos, el día que me quieras...
Y si deshojas una, te dirá su inocente
postrer pétalo blanco: ¡Apasionadamente!

Al reventar el alba del día que me quieras,
tendrán todos los tréboles cuatro hojas agoreras,
y en el estanque, nido de gérmenes ignotos,
florecerán las místicas corolas de los lotos.

El día que me quieras será cada celaje
ala maravillosa; cada arrebol, miraje
de "Las Mil y una Noches"; cada brisa un cantar,
cada árbol una lira, cada monte un altar.

El día que me quieras, para nosotros dos
cabrá en un solo beso la beatitud de Dios.

martes, 3 de diciembre de 2013

Aplastamiento de las Gotas. Julio Cortazar

Ajedrez. Jorge Luis Borges

Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
Reina, torre directa y peón ladino
Sobre lo negro y blanco del camino
Buscan y libran su batalla armada.

No saben que la mano señalada
Del jugador gobierna su destino,
No saben que un rigor adamantino
Sujeta su albedrío y su jornada.

También el jugador es prisionero
(La sentencia es de Omar) de otro tablero
De negras noches y de blancos días.

Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué dios detrás de Dios la trama empieza
De polvo y tiempo y sueño y agonías.