¡Yambambó, yambambé!
Repica el congo solongo,
repica el negro bien negro;
congo solongo del Songo
baila yambó sobre un pie.
Mamatomba,
serembe cuserembá.
El negro canta y se ajuma,
el negro se ajuma y canta,
el negro canta y se va.
Acuememe serembó,
aé
yambó,
aé.
Tamba, tamba, tamba, tamba,
tamba del negro que tumba;
tumba del negro, caramba,
caramba, que el negro tumba:
¡yamba, yambó, yambambé!
sábado, 30 de mayo de 2015
miércoles, 27 de mayo de 2015
Absolutio
Anoche sepulte a un hombre
de Nombre olvidado en la bruma
lo encontré y aún su cuerpo putrefacto
despojos de vida contenía
auxilio pedía
con ademan
doliente de limosna
ya estaba muerto… pero aun vivía
nada que hacer, ¿ayuda? innecesaria
solo tiempo, esperar a que muriera
su olor penetrante transportaba a los infiernos
de la carne, su voz jadeante se confundía
entre oración, maldición o encanto
un hechizo lanzado por un mago
¿Un Nombre? pronunciaba un Nombre
de una mujer, lo descifre
más que por su sonido por su tacto
porque aun con amor pronunciaba
el amargo dolor de su condena
su llanto se había acabado
pero la lluvia sobre su rostro
corría lentamente en sus mejillas
carcomidas por el olvido
como el polvo sobre una carta
que nunca fue leída
eso es todo compartía su dolor
ese era su adiós
sostuve su mano por un tiempo
es incierto el destino
que le aguardaba después
encuentra tu camino
en la tierra bajo los pies
ego te absolvo
in nomine Patri
et Filii
et Spiritus Sancti
una mentira que redime
tan mala no puede ser.
jueves, 21 de mayo de 2015
La amenaza de la Flor. Alfonso Reyes
Flor de las adormideras:
engáñame y no me quieras.
¡Cuánto el aroma exageras,
cuánto extremas tu arrebol,
flor que te pintas ojeras
y exhalas el alma al sol!
Flor de las adormideras.
Una se te parecía
en el rubor con que engañas,
y también porque tenía,
como tú, negras pestañas.
Flor de las adormideras.
Una se te parecía.. .
Y tiemblo sólo de ver
tu mano puesta en la mía:
¡Tiemblo no amanezca un día
en que te vuelvas mujer!
engáñame y no me quieras.
¡Cuánto el aroma exageras,
cuánto extremas tu arrebol,
flor que te pintas ojeras
y exhalas el alma al sol!
Flor de las adormideras.
Una se te parecía
en el rubor con que engañas,
y también porque tenía,
como tú, negras pestañas.
Flor de las adormideras.
Una se te parecía.. .
Y tiemblo sólo de ver
tu mano puesta en la mía:
¡Tiemblo no amanezca un día
en que te vuelvas mujer!
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