miércoles, 27 de febrero de 2013

El Rayo de la Muerte de Tesla y Tunguska

Con la reciente noticia de la caida de un meteorito en territorios rusos he recordado un articulo que hace tiempo deseaba compartir referente al todavia interesante evento de Tunguska y su casi mitica relación con Nikola Tesla:


El evento de Tunguska fue una explosión aérea de muy alta potencia ocurrida sobre las proximidades del río Podkamennaya en Tunguska (Evenkía, Siberia, Rusia), en la posición 60°55N 101°57E a las 7:17 del día 30 de junio de 1908, El fenómeno de Tunguska alentó más de 30 hipótesis y teorías de lo ocurrido. La detonación, similar a la de un arma termonuclear de elevada potencia no  produjo cráter. La explosión fue detectada por numerosas estaciones sismográficas y hasta por una estación barográfica en el Reino Unido debido a las fluctuaciones en la presión atmosférica que produjo. Incendió y derribó árboles en un área de 2.150 km², rompiendo ventanas y haciendo caer a la gente al suelo a 400 km de distancia. Durante varios días, las noches eran tan brillantes en partes de Rusia y Europa que se podía leer tras la puesta de sol sin necesidad de luz artificial. En los Estados Unidos, los observatorios del Monte Wilson y el Astrofísico del Smithsonian observaron una reducción en la transparencia atmosférica de varios meses de duración, en lo que se considera el primer indicio de este tipo asociado a explosiones de alta potencia.
La energía liberada se ha establecido, mediante el estudio del área de aniquilación, en aproximadamente 30 megatones. Si hubiese explotado sobre zona habitada, se habría producido una masacre de enormes dimensiones. Según testimonios de la población tungus —la etnia local nómada de origen mongol dedicada al pastoreo de renos— que lo vio caer, «brillaba como el Sol». Informes del distrito de Kansk (a 600 km del impacto), describieron sucesos tales como barqueros precipitados al agua y caballos derribados por la onda de choque, mientras las casas temblaban y en los estantes los objetos de loza se rompían. El maquinista del ferrocarril Transiberiano detuvo su tren temiendo un descarrilamiento, al notar que vibraban tanto los vagones como los raíles.
Existe una Teoría que sostiene que esa misteriosa bola de fuego fue el resultado de un inconcebible experimento de Nikola Tesla, que en esos mismos instantes estaba experimentando con su nuevo invento, nada más y nada menos que una nueva arma a la que llamaba “El Rayo de la Muerte”.
Tesla experimentaba con un sistema de transmisión de datos a distancia  en su laboratorio de Wardenclyffe (Long Island). Las vísperas del 30 de julio de 1908, justamente antes del “caso Tunguska” Tesla anunció que estaba en posesión de una nueva arma a la que llamaba “El Rayo de la muerte”, capaz de mandar un rayo electromagnético a centenares de kilómetros y arrasar grandes extensiones de tierra. Días antes de que explotara media Siberia Tesla mandó un telegrama a su amigo Peary que justamente estaba intentando conseguir ser el primer hombre en pisar el Polo Norte. El mensaje venía a decir algo así: “Amigo Peary, voy a mandar un rayo cerca de por dónde tu andas y ya me dirás que tal queda todo…” Parece ser que el bueno de Peary volvió sin haber presenciado nada anormal en su zona, pero en ese mismo momento una gran bola de fuego arrasaba Tunguska. Al parecer Tesla se sorprendió de los resultados devastadores y desarmó el arma aludiendo ciertos errores de cálculo.


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