lunes, 22 de febrero de 2016

Diez noches al acecho

Diez noches al acecho,
el silencio es importante
un sonido la ahuyentaría
ya me ha pasado antes
la espera es terrible
es un hecho que la soledad hace pensar
que es inútil aguardar
a ver su reflejo en un espejo
el arma esta presta
los sentidos agudos
el espíritu dispuesto
pero la carne es débil
y la tentación es:
escribirle una idiotez.
Allá a lo lejos, algo se mueve
Es un bello poema
Parece un terceto
Una palabra halagadora
Con un halo de misterio
Apunto bien mi pluma,
Con un poco de suerte
Por la mañana le tendré
Un fresco verso que ofrecer
Pero la palabra es esquiva
Y solo su cola ilumina
al pasar bajo la luna
-no era digna de ella
ni siquiera era tan bella
y ya habrá de volver-
Me repito, cuando de nuevo se aleja.
Undécima pernocta
Nunca me ha fallado
Tal vez para mañana
Dos presas completas
Una de ellas herida
No podrá llegar tan lejos
Este oficio es de paciencia
Ah suspiro tal vez debí ser bombero
Solo espero que no me olvide

Antes que termine este cuento.

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