lunes, 14 de noviembre de 2011

El Mundo es un Lugar Peligroso

Todos los viajes generan cansancio  sobre todo en la madrugada al regresar a casa una vez  concluida la misión, ya sea exitosamente o habiendo sido esta un fracaso, no existe un término medio, no se puede considerar tan solo un éxito parcial o un sutil fracaso, no puedo. La misión de esa tarde fue asistir a un concierto, un gran concierto, en un gran auditorio, en una muy grande ciudad, las grandes ciudades tienen un encanto aterrador, los grandes rascacielos inspiran a pensar yo podría vivir ahí, mientras los edificios antiguos lo hacen para decir ahí mataron al presidente (y a muchos otros), en tanto los edificios construidos a partir del periodo populista del gobierno de nuestro país (o mejor dicho de mi país (porque es mío))  que se encuentran en mortal deterioro me hacen pensar yo jamás podría vivir ahí; en fin  la idea de asistir a un lugar para escuchar a un persona cantar es innegablemente un concierto. Para ser franco  haciendo alusión a lo sincero y no a lo autoritario de Francisco (aunque a veces me gustaría) no me apasiona la idea de comulgar con una ideología artística centrada en temas de soledad, frustración y desamor, si bien estoy consciente de que el mundo es un lugar peligroso con personas peligrosas  esto solo es para hacer contrastantes a los lugares bellos y a las personas buenas, sino ¿De que otra forma podríamos distinguir lo bueno de lo malo? ¿Acaso comiendo del fruto de un árbol? (Es sarcasmo). Así que: la noche era bonita y apunto esto en forma descriptiva y no poética, la noche era bonita y fresca, aunque al principio no tan fría y después ya no tan fresca, y el viento… el viento era apenas valiente para provocar cosquillas en los arboles cercanos; fue demasiado tarde para cuando me di cuenta que debí haber llevado conmigo mis binoculares  para ese entonces ya nos encontrábamos a algo más de 120 kilómetros de casa, (en todas sus acepciones) pero no importaba, una compra poco inteligente (reitero mi acostumbrada lucha contra la estupidez) ayudo a sentir menos culpa por la omisión. Su poesía es muy buena al igual que su música o por lo menos mucha de ella, su banda es magnífica, sobre todo la chica que les acompaña cuyas piernas llaman tanto la atención como su voz, aunque seguramente gana más dinero con su voz de lo que podría ganar con sus piernas, a propósito de esto, me sorprendieron las muy variadas y frecuentes alegorías a prostitutas, lo cual es divertido pero congruente con su icónica y prejuiciosa forma de retratar a un hombre soltero y solitario, o tal vez no soltero pero si igual de solitario, no es que una prostituta me de  miedo pero acepto que  si podría llegar  a asustarme alguna , que no es los mismo, después de todo y a pesar de ello lo disfrute mucho, solo conocía un par de pares de sus canciones de por lo visto su amplísimo y colorido repertorio, pero ese día mi concierto afortunadamente fue otro y no el mismo que el del resto de la amplia concurrencia, en efecto Yo fui a un lugar para ver y escuchar  a una persona cantar y eso innegablemente es un concierto.


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