sábado, 26 de mayo de 2012

Ritual


Yo quiero deshonrarte
hacerte libertina 
Beber tus ojos negros
Miel sobre tu herida 
Convertir sudor en sangre
¡Milagro! ¡Arrodillarse!
Abjura del maestro
¿El contrato? ¡Propuesto! 
Entregame tu cuerpo
todo, inmundo, pleno 
Llorá tu largo nombre
gemí en lo dispuesto 
Aroma de tu cabello 
de luto olor a incienso 
Yo quiero desnudarte
llenarte de pecado 
Probar el lado oscuro
del sendero de tu labio.





jueves, 17 de mayo de 2012

Votos Rotos

Y Violando mis votos le dije: "Feliz Cumpleaños"

Aqua


Para definir lo que hay entre nosotros
 Deberé transgredir las leyes de la razón
la congruencia se pierde, la mente no entiende
de cosas que solo suceden en un cuadro de Van Gogh.
Hermosa mía, y digo mía no porque  te posea
sino porque tú eres como  larga y bella poesía
Como  rima de Becquer  o de Haydn  sinfonía
que son de ellos…  pero en verdad son nuestros
porque la poesía es de quien la lee 
la música de quien la goza… y tú de quien te mira.
Para decirlo cierto tú y yo nos llovemos
Nos empapamos mutuamente como lluvia repentina
A veces como llovizna cálida y otras como tromba fría
Como rocío que aparece sobre tu piel felina en las mañanas
Y las aguas que emergen de los manantiales de tus palabras
Como la espuma de las olas de tus manos
Como el sonido tibio de las fuentes
Como el húmedo sabor de tus labios
Como la tormenta letal de tus enojos
Como la marea que sube en mi pecho
Y las gotas de agua que salen de mis ojos
Y mientras mis ríos corren buscando tu océano
Y tus nubes se ciernen sobre mis lagos lejanos
Un deshielo lento… tal vez demasiado
Detiene mis bríos, o arrastra deseos
De transformarte airosa en algo nuevo
De mirarte y convertirte en algo mío


El Enamorado. Otra vez Jorge Luis Borges

Lunas, marfiles, instrumentos, rosas,
lámparas y la línea de Durero,
las nueve cifras y el cambiante cero,
debo fingir que existen esas cosas.

Debo fingir que en el pasado fueron
Persépolis y Roma y que una arena
sutil midió la suerte de la almena
que los siglos de hierro deshicieron.

Debo fingir las armas y la pira
de la epopeya y los pesados mares
que roen de la tierra los pilares.

Debo fingir que hay otros. Es mentira.
Sólo tú eres. Tú, mi desventura
y mi ventura, inagotable y pura.

El Amor Secreto

lunes, 14 de mayo de 2012

Inconcluso


La verdad es que se dio cuenta que si no terminaba el dibujo ella estaría para siempre con él, ella había sido contratada como modelo, en el contrato se especificaba claramente que ella prestaría sus servicios hasta haberse concluido la obra, él se dio cuenta que la naturaleza del trabajo era quedar para siempre inconcluso, que siempre faltaría un detalle que imitara sobre el papel su frustrante perfección, una línea más lo acercaría, una más…
Ella había preguntado alguna vez ¿que infinito es más grande? Los números que se forman consecutivamente en 1.123456789 ad infinitum  o el conjunto de números naturales 1234567891011121314151617 ad infinitum, él sabia la respuesta, la respuesta era una sonrisa.
La naturaleza de la obra era quedarse inconclusa así él podría llamarla siempre, y más aún con el paso del tiempo debía hacer que las líneas sobre el lienzo siguieran los cambios de su piel, incluso de su humor, ya que después de haber pasado los años la jovencita en el lienzo se había convertido en la mujer en el lienzo, la gente que tuvo la fortuna de ver la evolución del trabajo se sorprendía ya que en efecto, a veces  esta era triste, a veces pensativa, la mayoría alegre, y hubo vez en que una lagrima se dibujo sobre su mejilla.
La verdad es que era tan fácil perderse en sus ojos, él lo hizo un par de veces, la tercera no volvió, porque... ¿Cómo volver del paraíso?


Johannes Vermeer. El Arte de la Pintura

lunes, 7 de mayo de 2012

Odín. Jorge Luis Borges

Se refiere que a la corte de Olaf Tryggvason, que se había convertido a la nueva fe, llegó una noche un hombre viejo, envuelto en una capa oscura y con el ala del sombrero sobre los ojos. El rey le preguntó si sabía hacer algo, el forastero contestó que sabía tocar el arpa y contar cuentos. Tocó en el arpa aires antiguos, habló de Gudrun y de Gunnar y, finalmente, refirió el nacimiento de Odín. Dijo que tres parcas vinieron, que las dos primeras le prometieron grandes felicidades y que la tercera dijo, colérica:

-El niño no vivirá más que la vela que está ardiendo a su lado.

Entonces los padres apagaron la vela para que Odín no muriera. Olaf Tryggvason descreyó de la historia, el forastero repitió que era cierto, sacó la vela y la encendió. Mientras la miraban arder, el hombre dijo que era tarde y que tenía que irse. Cuando la vela se hubo consumido, lo buscaron. A unos pasos de la casa del rey, Odín había muerto.


Diálogo sobre un diálogo. Jorge Luis Borges

A- Distraídos en razonar la inmortalidad, habíamos dejado que anocheciera sin encender la lámpara. No nos veíamos las caras. Con una indiferencia y una dulzura más convincentes que el fervor, la voz de Macedonio Fernández repetía que el alma es inmortal. Me aseguraba que la muerte del cuerpo es del todo insignificante y que morirse tiene que ser el hecho más nulo que puede sucederle a un hombre. Yo jugaba con la navaja de Macedonio; la abría y la cerraba. Un acordeón vecino despachaba infinitamente la Cumparsita, esa pamplina consternada que les gusta a muchas personas, porque les mintieron que es vieja... Yo le propuse a Macedonio que nos suicidáramos, para discutir sin estorbo.

Z (burlón)- Pero sospecho que al final no se resolvieron

A (ya en plena mística)- Francamente no recuerdo si esa noche nos suicidamos.

En Mi Cielo Al Crepúsculo. Pablo Neruda

Paráfrasis del poema 30 de “El jardinero”

En mi cielo al crepúsculo eres como una nube
y tu color y forma son como yo los quiero.
Eras mía, eres mía, mujer de labios dulces
y viven en tu vida mis infinitos sueños.

La lámpara de mi alma te sonrosa los pies,
el agrio vino mío es más dulce en tus labios,
oh segadora de mi canción de atardecer,
cómo te sienten mía mis sueños solitarios!

Eres mía, eres mía, voy gritando en la brisa
de la tarde, y el viento arrastra mi voz viuda.
Cazadora del fondo de mis ojos, tu robo
estanca como el agua tu mirada nocturna.

En la red de mi música estás presa, amor mío,
y mis redes de música son anchas como el cielo.
Mi alma nace a la orilla de tus ojos de luto.
En tus ojos de luto comienza el país del sueño.