La verdad es que se dio cuenta que si no terminaba el dibujo
ella estaría para siempre con él, ella había sido contratada como modelo, en el
contrato se especificaba claramente que ella prestaría sus servicios hasta
haberse concluido la obra, él se dio cuenta que la naturaleza del trabajo era
quedar para siempre inconcluso, que siempre faltaría un detalle que imitara
sobre el papel su frustrante perfección, una línea más lo acercaría, una más…
Ella había preguntado alguna vez ¿que infinito es más
grande? Los números que se forman consecutivamente en 1.123456789 ad
infinitum o el conjunto de números
naturales 1234567891011121314151617 ad infinitum, él sabia la respuesta, la
respuesta era una sonrisa.
La naturaleza de la obra era quedarse inconclusa así él podría
llamarla siempre, y más aún con el paso del tiempo debía hacer que las líneas sobre
el lienzo siguieran los cambios de su piel, incluso de su humor, ya que después
de haber pasado los años la jovencita en el lienzo se había convertido en la
mujer en el lienzo, la gente que tuvo la fortuna de ver la evolución del
trabajo se sorprendía ya que en efecto, a veces esta era triste, a veces pensativa, la mayoría
alegre, y hubo vez en que una lagrima se dibujo sobre su mejilla.
La verdad es que era tan fácil perderse en sus
ojos, él lo hizo un par de veces, la tercera no volvió, porque... ¿Cómo volver
del paraíso?
Johannes Vermeer. El Arte de la Pintura
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