Anoche mire el cielo y me di cuenta que intentaba decirme algo,
pero por desgracia no hablo cielo, a lo mucho hablo un poco de tierra,
aunque me hago entender muy bien en viento,
pero a través de algunas señas y con un balbuceo poco reconocible logre descifrar sus palabras,
Entre nubes difuminadas como dibujo a lápiz de carbón el cielo me dijo:
-Tú me recuerdas a alguien que en su andar caminaba con tus pisadas,
pesadas y sin forma, pero a diferencia tuya ese hombre lloraba-
Respondí -¿Qué no has visto que ha empezado a llover y tu llanto moja mi cara?-
miércoles, 28 de noviembre de 2012
lunes, 26 de noviembre de 2012
La Bruja.
Las circunstancias bajo las
cuales siempre llegaba a casa a altas horas de la madrugada eran populares y comunes, no debía sorprender a
nadie una buena borrachera, ni una estupenda borrachera y mucho menos una magnífica
borrachera, o tampoco sería sorpresa el que el amor me haya cogido (como dicen
los Ibéricos) a horas inadecuadas en lugares lejanos, todos sabemos que contra
el amor nadie puede luchar ni siquiera la muerte misma, de esta manera ya sea
por beber una copa o besar a una mujer (una bella mujer de preferencia) y sus
múltiples y placenteras combinaciones aprendí a desdeñar aquellas historias
macabras que los padres cuentan suceden de noche, generalmente para desmotivar
aquel poderoso llamado nocturno (casi siempre sin éxito) tales como los
accidentes automovilísticos, los robos, asesinatos, secuestros y todas aquellas
cosas tan en boga en ese entonces. Me gustaba caminar de noche era tan
relajante hacerlo en silencio, en penumbra, cuando tus pasos hacen eco en las
calles desiertas y de repente te transformas en parte de la noche misma junto
con las estrellas (si es que el cielo esta estrellado) o junto con las nubes
(si es que el cielo esta nublado) con el gato en celo luchando por amor (más
bien por coito) y esas sombras, las propias y las ajenas que proyecta el poco
alumbrado público que escolta cual guardia de honor el regreso triunfal a casa,
una bola flotante de fuego suspendida frente
a la ventana de la casa de mis vecinos apago de tajo mi evocación
idílica llenando mi cuerpo de ese frio estremecedor y esa violenta angustia que
los valientes (o tontos) no conocemos, pero que los cobardes llaman… miedo. Las
llamas goteaban de la esfera ardiente a unos 20 metros del piso, -una bruja-
bromeé (tal vez lo hice para no llorar) mientras repetía hacia mis adentros lo
que tantas veces había presumido “no le temo a nada” saque con decisión (aunque
con torpeza) mi celular del bolsillo de mi pantalón y active la cámara,
realmente estaba temblando (de frío) y obtuve una fotografía.
Ignorando el extraño fenómeno me
dirigí a casa fingiendo reconocer bajo el método científico una explicación
lógica y en extremo estadísticamente improbable -pero cierta- de aquella eventualidad cósmica ocurrida
frente a mis narices (que en ese momento pudieron haber sido más de cien).
Jajaja ¡un rayo globular! lo
sabía, el generoso Google me dio la respuesta después de haber pasado una de
las peores noches que cualquier hombre pudiera recordar
“El rayo
globular, también conocido como centella, rayo en bola o esfera
luminosa, es un fenómeno natural relacionado con las tormentas eléctricas.
Toma la forma de un brillante objeto flotante que, a diferencia de la breve
descarga del rayo común, es persistente. Puede moverse lenta o rápidamente, o
permanecer casi estacionario. Puede hacer sonidos sibilantes, crepitantes o no
hacer ruido en absoluto. Uno de los primeros intentos de explicar el rayo
globular fue registrado por Nikola Tesla en 1904. Se ha postulado que los rayos
globulares podrían ser el origen de las leyendas que describen bolas luminosas,
tales como la del Anchimallén de la mitología mapuche (del sur de Argentina y Chile
). Durante la Segunda Guerra Mundial los pilotos de bombarderos aliados
informaron en muchas ocasiones ser «escoltados» por un rayo globular volando
cerca de la punta de sus alas. Debido al desconocimiento del fenómeno durante
ese período, los pilotos los llamaron foo fighters.”
El día siguiente al suceso mi estado de ánimo
estaba tenso y mis profundas ojeras eran notorias, aquella en la que pienso
siempre me pregunto -¿Pasaste una mala
noche?
Tal vez debí contar mi historia en ese entonces
para liberar mi alma de aquella congoja, pero no me creería, ya en anteriores
ocasiones había sido victima de rechazo al referir mis relatos y la única
evidencia que poseía era una borrosa imagen en mi nada avanzado teléfono de un
punto brillante en un fondo oscuro –Si, una mala noche, no pude dormir bien-
respondí.
Era frecuente pasar la noche en vela frente al
monitor tecleando letras y signos en conjuntos que formaban cuentos y poemas
dedicados a la pulverizante oscuridad de la noche y a la deslumbrante belleza
de sus ojos (de aquella en la que pienso siempre (aunque este con otra)), la
mayoría de estos nunca han sido leídos mas que la vez que fueron escritos. Este
es un ejercicio casi imposible de realizar durante el día, dice Baldomero Fernández Moreno “El
poeta, la calle y la noche, se quieren los tres...”
Esa misma tarde
antes de que oscureciera estaba ya en mi cuarto puesto en ropa de dormir con
música de fondo para no ponerme nervioso mirando a través de una rendija (fue un
agujero que hice yo mismo) de mi cortina, en la ventana que da justo de frente
al ventanal de la casa de mis vecinos, -¿será acaso posible que se suceda tan extraño fenómeno nuevamente?- me
preguntaba.
Esta vez estaba
bien equipado con una poderosa cámara Sony de 5 megapíxeles, flash y zoom de 3x
ni siquiera el mismo Dios podría ocultarse de mi. En el transcurso de la noche
nada sorprendente acaeció y después de
cierto tiempo, el sueño lucho contra mi mermada voluntad de seguir observando venciéndome
al fin poco antes de las tres de la
madrugada, mi cuerpo yacía sobre la cama aun sosteniendo la cámara cuando un
sonido hirió mi apacible cordura: unos pequeños toques en mi ventana.
¿Un Ave? ¿Un
Insecto? ¿QUÉ ES ESO? ¿QUÉ
PRODUCE ESE SONIDO? No pude, levantarme apartar la cortina y enfrentar la
imagen entre las sombras de la noche de aquello que se sostenía al otro lado
del cristal llamándome con tres toques consecutivos y rápidos “Tac, Tac, Tac”
No pude.
Otra noche sin
dormir, las sabanas envolvían mi cuerpo totalmente tal como una mortaja, debe
ser un instinto primitivo el que hace sentir la necesidad de estar rodeado por
algo o de tener la espalda cubierta o por lo menos contra la pared para no
recibir un ataque desde una perspectiva obtusa a nuestra vista. Esta vez debía
aceptarlo si, tenía miedo.
El día siguiente
debí contar mi historia, lo hice primero a mi familia, y luego a mis amigos más
cercanos, solo la mitad me creyeron, la mitad restante se rieron y la otra
mitad dudaron, cabe destacar que para tener tres mitades debes de inventar a
algunos… después de todo tal vez todo fue un sueño, solo un mal sueño, bebí
algunas copas y la luz que vi fue un reflejo de algo mas mundano, los sonidos
en mi ventana fue nerviosismo y el sentimiento de que esta maldición me
perseguiría para siempre se confirmo durante la noche siguiente cuando en mi
ventana recibí, a las tres de la mañana una visita esperada pero nada grata
“Tac, Tac, Tac” la justificación me llevo a imaginar una mano de aspecto
cadavérico, de tono verdoso mas con textura de escamas que de piel y uñas
largas como garras, en resumen una pata de gallina humanizada tocando con su
largo dedo medio donde portaba un anillo de oro mi frágil ventana.
Una noche mas sin
dormir, las actividades laborales de la oficina no parecieron tan importantes
cuando decidí no asistir, los reportes pendientes no parecieron tan urgentes
cuando la cordura se esta perdiendo, ¿a quien le importa una factura cuando una
bruja llama en tu ventana?
Si, una bruja, una bola de fuego flotando en
la noche sobre las casas de la ciudad con una estructura incorpórea que se
materializa a su antojo, ajo, tijeras, listones rojos, remedios caseros y agua
bendita, todo para que la maldita no aparezca más, Padre Nuestro, no me
acuerdo, Ave María, ¿Cuándo acabara esta agonía? La noche se volvió mi tormento
¿acaso esto acabaría enfrentándola cara cara? Me cambie de cuarto tres o cuatro
veces, me cambie de casa un par de ellas y de ciudad una más, deje a aquella en
la que pensaba siempre (porque además no
me creía) pero a las tres de la mañana encontrándome en cualquier lugar el “Tac, Tac, Tac” de mi ventana me seguía.
Pero ese era mi castigo, mi castigo por verla, a donde sea que fuera los gatos
morían frente a mi casa y siempre habitaba un enjambre de moscas donde ella su
mano posaba, siempre en el punto de en medio de mi ventana, las sombras de mi
rostro se volvieron mi rostro.
Regrese a casa, a
mi verdadera casa después de tantos años, para ese entonces mi historia era ya
bien conocida, una vecina con quien salí un par de veces antes de corromperme y
que aún conservaba una hermosa sonrisa me preguntó: ¿Aún conservas la
fotografía que le tomaste?
-Si, aún-
respondí
-Hace tiempo que
deseo hablar contigo, cuando alguien me contó del porque te fuiste te busque
para contarte mi propia historia… mi historia de la noche que viste a la bruja-
Con incredulidad
y amargura le pregunte -¿De que hablas Lis?
Flor de Lis me
contó que esa noche había vivido la misma pesadilla que yo había pasado largos
años, la historia fue casi idéntica solo que algunas horas antes, la fotografía,
los toques en la ventana, el miedo, la incertidumbre, siempre a las dos de la
mañana, ¿La diferencia? Ella no vio una bola de fuego sino un asqueroso y
pululante lagarto de enormes
proporciones antropomorfas, pero… y esto es importante la maldición se esfumo
cuando se esfumo la fotografía.
Esa era la clave,
la fotografía, sin embargo para mi no bastaba borrarla, hacia tiempo que me
dedicaba a indagar este fenómeno y ya la había enviado a un centenar de
personas para que la investigasen, la había cargado a incontable numero de
foros en la red para su discusión e incluso envié un articulo a una revista
especializada que por supuesto nunca se publico, ya no tenia control sobre la
imagen, no tenia control sobre nada.
Esa noche
sabiéndome insomne por siempre me propuse establecer una tregua con la bruja y
comencé a redactar una carta donde desahogara mis años de suplicio, una carta
tan larga donde contara mis penas de amor y de vida, de empleos perdidos, de
corazones rotos, de las tantas veces que me llamaron loco; así una pagina sobrevino a otra y a esta a su
vez… una mas.
Me gusta mucho
escribir y en mis relatos incluir
referencias circulares y concéntricas: un cuento dentro de un cuento, un sueño
dentro de un sueño, un cuento dentro de un sueño, un sueño dentro de un cuento,
el tiempo circular y retrogrado, si esto fuera un simple relato no seria
sorprendente que el llamado de la bruja fuera en verdad una manifestación
subconsciente de mi mismo que en un ataque de sonambulismo me pusiera de pie
todas las noches para matar gatos y arrojar heces para culminar el rito con
tres toques en mi ya famosa ventana “Tac, Tac, Tac” eso explicaría del porque a
donde quiera que voy sucede, o viajes en el tiempo, siempre, todo se puede
resolver con una buena paradoja y un bien desarrollado bucle temporal,
fantasmas, de antepasados ocultos, de memorias olvidadas de entes sobrenaturales que mas que venganza
claman justicia, de la mujer que ahora, después de su muerte convertida en bola
de fuego purificador va volviendo locos a cada uno de los amigos de su pequeño
hijo que murió en circunstancias nunca esclarecidas tomando la forma de lo que
mas teme cada uno (eso explica la
aparición a Flor de Lis) pero por desgracia este no es un simple relato, aunque
todos ellos tomaron lugar en mi larga y explicita narración que colgó esa noche
a las afueras de mi ventana.
Una tregua, lo
que pretendía era causar lastima al ente, que al disponerse a tocar con su
largo dedo mi ventana encontrase una carta que leyese y leyese hasta que llegara
la mañana y la bruja debiese regresar a su guarida, el escrito tan extenso no
podía leerse en menos de cuatro horas lo que ocasionaba que llegadas las seis
de la mañana el sol repudiara a su oscura presencia, ¿Su respuesta?
Conmovedora, incluso un poco halagadora con marca de carbón y pulso tembloroso
solo aguardaba en la última hoja que quedaba una bien marcada firma:
Fue la primera
noche que no escuche su llamado en tantos, tantos años, ahora sabia lo que
debía hacer pues a partir de entonces un
cuento inconcluso y uno que otro poema escribía, cada día para ella, los gatos
muertos y los olores fétidos han desaparecido y ha crecido en proporción
geométrica mi trabajo, así el día lo ocupo para escribir lo que de noche me
permitirá dormir, seria tonto decir que soy feliz pero al menos ya no soy
desgraciado y una admiradora tengo que estoy seguro que en el momento en que le
aburra entrara esta vez SI por mi ventana para reclamar lo poco que me queda de
cordura.
¿La Firma? ¿Qué es lo que significa? En mi mal
persa es el apodo que ella me puso, es como ella me llama: Sherezada.
jueves, 8 de noviembre de 2012
Happy New Year. Cortazar
Mira, no pido mucho,
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestás tu mano en esta noche
de fìn de año de lechuzas roncas?
NO PUEDES, por razones técnicas
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Asì la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestás tu mano en esta noche
de fìn de año de lechuzas roncas?
NO PUEDES, por razones técnicas
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Asì la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.
lunes, 5 de noviembre de 2012
Oráculo
Por supuesto que había escuchado del Oráculo,
Oráculo se refiere a una respuesta divina a
una consulta directa, por lo general prediciendo el futuro, también se refiere
al lugar, estatua, santuario o símbolo donde se le hacen preguntas a los
dioses. El concepto del oráculo se originó en Delfos, un templo en Grecia
dedicado a Apolo. Se dice que la gente pagaba a una sacerdotisa vitalicia para
que les hiciera preguntas a los dioses. La sacerdotisa de Delfos se llamaba
Pitia, de Pytho, nombre antiguo de Delfos. De ahí también Pyton, una serpiente
sagrada de la diosa Gea que se supone Apolo había matado en ese lugar, y de la
cual obtuvo sus poderes proféticos. Pitia hacia un complicado ritual. Unos
dicen que incluía vapores alucinógenos, los cuales le ayudaba a comunicarse con
los dioses. Otras sacerdotisas oraculares actuaban en el mundo antiguo,
especialmente romano, bajo la protección de Apolo sobre todo, y se las conocía
como sibilas (Sibylla quien es un personaje importante en uno de mis
cuentos) pero siempre había sido temeroso de consultarlo, numerosas
tragedias se han intentado evitar tratando de conocer el futuro pero éstas solo
lo han hecho aún más mortal, saber mi destino podría ser tan cruel o bello, que
de la primera me asustaría ensombrecer mi alma ya desde ahora conociendo mi
porvenir infausto, de la segunda me asustaría deslumbrarme con tanta belleza
que me fuera imposible mirarlo de frente. Pero el destino había sido generoso
conmigo, me había permitido conocer cosas secretas, inimaginables al resto del
mundo.
Hacia tiempo, había una mujer que me amaba
intensamente pero dudaba de que yo le correspondiera de la misma forma así que
pasaba el tiempo preguntándose si habriamos de estar juntos por siempre (por siempre es mucho tiempo pero es una definición
bastante real del tiempo, es decir el "por siempre" si existe),
así después de una larga búsqueda llego a donde decían se encontraba el puente
entre el saber divino y la ignorancia mortal. El haber llegado ahí por
naturaleza propia fue una hazaña formidable sin embargo la consulta tenía un
precio muy alto que ella no estaba dispuesta a pagar, ella debía sacrificar
aquello más valioso en su vida: su amor por mí.
Sentada en la banca de un parque ella pensaba con
aflicción la forma de proceder ¿era acaso imposible entregarse completamente
sin temor al fracaso? Mientras meditaba esta idea un anciano la saludo
cordialmente y solicito permiso para sentarse en la misma banca a lo que ella
accedió.
-Te ves afligida- le dijo
-Si tengo algunos problemas- respondió ella
-Si es por tu novio no te debes de preocupar, él
te ama intensamente igual o más de lo que tu lo amas a él, pero... y tu lo
sabes bien, existe alguien más que también sueña contigo y con tu amor y quien
daría su vida para que le correspondieses con tan solo una efímera mirada, no
temas al tiempo, incluso el árbol más grande y antiguo, del bosque más poblado,
dejará de existir, pero no sin antes haber dejado semillas que retoñaran y
comenzarán nuevamente el ciclo interminable de las cosas, si tu pregunta es ¿Si
te quedaras con él? La respuesta es no, pero si tu pregunta es ¿Me ama ella más
que él? La respuesta es si.
-¿Ella?- pregunto con extrañeza
-Si ella, Laura- contesto el anciano
Con rapidez ella comprendió que el oráculo había
respondido, y sintió vergüenza al darse cuenta que se encontraba frente a
alguien que sabia todo de ella, que conocía de su traición lésbica y que el
miedo de nuestro futuro (de ella y mio) era
más bien el miedo a su futuro (solo de ella y de
las elecciones que debía tomar). Se puso de pie y con rapidez y miedo se
dirigió a buscarme sin siquiera voltear la cabeza para mirar atrás porque sabia
perfectamente que el anciano ya no se encontraba ahí.
Ella me contó todo y con lágrimas en los ojos me
juro que a pesar de todo el amor que sentía por mí efectivamente se sentía
atraída por ella. Yo, la abrace y le jure amor eterno aunque en ese instante
supe que nuestro "por siempre" nunca existió.
Busque al Oráculo por años para reclamar su
intervención no solicitada (o tal vez, para preguntar si es que acaso ¿existirá
alguien que alguna vez me ame tanto como ella lo hizo?) pero nunca lo
encontré.
Pero ahora, que el árbol había caído y de sus
semillas había retoñado una nueva simiente, ahora que anhelaba el amor de otra
mujer, en un acceso de locura me pregunté: ¿Y Aquella en la que pienso...
piensa en mí también?
El Oráculo apareció, bajo la forma de un ser tan
etéreo que no lo noté sino hasta que su voz se alzó contra mí pronunciando mí
nombre:
-Señor Marqués, ¿Quiere usted saber en verdad que
siente Aquella en la que usted siempre piensa?
La mujer que me hizo la pregunta se erigía con
fortaleza y sabiduría, con tal autoridad que sin duda alguna haber dicho un
"no" habría significado un estricto y merecido castigo... ¿Como
decirle que no?
-El miedo es una poderosa fuerza- respondí -Yo
mismo la ha usado-
La mujer era hermosa, tanto como Aquella en la
que pienso siempre, su parecido era notorio, sin duda alguna era parte de la
burla, porque nunca lo había notado sino hasta el momento que me ofreció el
fruto del conocimiento (que debe tener un sabor muy
acido), mi mirada, de sus ojos fue a su boca siguiendo su cabello,
pudieran ser hermanas... o primas, pensé.
-Aún no estoy listo, dame más tiempo- le dije
temblando
-El conocimiento es Poder, poder de elegir, el
tiempo se acaba y es inevitable sucumbir ante el futuro. El futuro es hoy y
ahora mismo se teje entre tus manos como un fluido invisible en el que te
ahogas irremediablemente. ¿Quieres saber?
-Si, pero no así-
-Entonces ¿Como?
-Quiero entrar en sus sueños y ver con quien
sueña, si conmigo o con alguien más-
-¿Y si sueña con monstruos?-
-Me convertiré en un monstruo-
-¿Y si sueña con el cielo?-
-Me convertiré en nube-
-¿Y si sueña con el mar?-
-Me convertiré en coral-
-¿Y si no sueña?-
-La haré soñar
-¿Y si sueña con alguien más?-
-Lloraré, pero no podre hacer nada y lamentaré nuevamente
tu encuentro-
Al parecer mi respuesta conmovió al Oráculo quien
guardo silencio un momento
-¿Sabes algo? me agradas, te propongo algo:
Olvídate de ella y a cambio te daré el conocimiento del futuro, así
podrás saber que hacer y que no hacer, saber quién y saber donde esta el amor
de tu vida, pero si en verdad era ella la perderás para siempre.-
-No puedo perder algo que no tengo- Respondí
Al instante mis ojos se abrieron y pude ver todo
y a todos como un inmenso lienzo que se desdobla a mi paso y entonces, el
pasado, presente y futuro se apreciaron simultáneos, como la piedra que cae en
agua y extiende las ondas circulares hasta que se funde con el movimiento de
otras ondas, así vi el actuar de los hombres cada movimiento, cada palabra, se expandían
como ondas hacia todos lados provocando movimientos a su vez en las vidas de
los demás hombres, los "si", los "no", los "tal
vez" los "tengo hambre" los "tengo frío" las caricias
en el rostro, los ademanes sutiles, los parpadeos, los suspiros, provocan
movimientos en las vidas de los hombres que inician en su nacimiento pero
que van mas allá incluso de su propia muerte.
-¿Hay forma de detener este movimiento?- Pregunté
al Oráculo que permanecía de pie a mi lado.
-No- fue su fría respuesta-
-Quiero verla- dije
-Sigue su movimiento-
Ella como siempre era hermosa, y sus ojos reflejaban
la alegría de una vida plena, a un lado de su cama yo sostenía su arrugada mano
con fuerza mientras le suplicaba que no me abandonara.
-La Eternidad existe pero el Amor Eterno No- me
susurro con el último de sus alientos.
-En cualquier escenario posible, Aquella en la
que piensas acabará por abandonarte- me dijo el Oráculo
Hubiese llorado en ese entonces pero al ver el
Todo en su totalidad me sentí tan pequeño frente a la Eternidad que me pareció
insignificante, cansado y aturdido por mi nueva condición pedí permiso para
sentarme junto a una joven que parecía triste.
-Te ves afligida- Le dije
La sibila de Delfos (1510, 350 × 380 cm), fresco de
Michelangelo (1475-1564) en la Bóveda de la Capilla Sixtina
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