sábado, 30 de marzo de 2013

Pregunta. Otto Rene Castillo

Me has preguntado
de qué lado
tengo el corazón,
ahora
que juntos caminamos
verano
por las calles de Schwerin.

Y yo respondo.

Muchas veces
dije
que lo tenìa
en la izquierda,
alzado
como un lucero.

Y no recuerdo,
en verdad,
haber dicho
que lo tenìa sepulto
bajo mi práctica
derecha.

Ahora sé,
mi terrible
y dulce pregutona.
Mi corazón
está
en los juncos
azules
de tus ojos,
cantando desde ellos,
siempre cantando,
cantando.

jueves, 14 de marzo de 2013

Siempre.

Siempre he pensado que el amor verdadero solo puede existir en la correspondencia, en la creación de un circulo perfecto en donde lo que se te da  te es dado, recientemente (tal vez no tan reciente) esta conceptualización del amor a sido puesta en duda por una hermosa mujer de virtudes épicas (de las cuales su belleza es la menor de todas, y no por ello es poca, sino al contrario inmensa) y el hecho de hacer cimbrar mis ideales sentimentales de tal forma, me hace pensar que se puede amar a alguien (en especial a ella) por el simple hecho de      ser   -   tal   -   cual   -   es       sin ponerle ni quitarle nada, sin recibir nada a cambio, es triste, y es cierto,  y más triste por ser tan cierto...


No estoy enamorado,
Lo que siento es efímero pero constante
Es… Indescriptible
Algo nuevo que invento a diario,
Como el sol que en la noche no existe
Que se borra del mundo
Y hay un instante en la madrugada
Que se teme que ya no salga
Que ya no valga nada todo el tiempo
Nada y en la oscuridad perpetua
Te preguntes: ¿Y el sol? ¿Alguna vez estuvo ahí?
Pero la claridad del alba disipa las dudas
Si, ahí esta … como siempre.

(Como tu que estas ahí siempre)

¿Carta o Cuento?. LLB

Creo que esta es una carta de despedida, o un cuento, no estoy seguro, el motivo de mi indefinición es... o fue que me prometieron un cuento y me enviaron esto. Fue lo último que supe de ella por ella, he preguntado un par de veces por su destino, me han dicho -Esta bien- y así lo creo, admire y admiro a esa mujer y no dudo que en algún momento volveré a enfrentarme con y contra ella en nuestra constante lucha por conquistar al mundo, si yo fuera Holmes ella sería mi Moriarty...¿o yo sería Moriarty?


Todos terminamos por prometer las mismas cosas, sentimos los mismos miedos y solemos confundir el amor con cualquier cosa, vamos por la vida creyendo en algo que no existe y lo sabemos, pero nos gusta sufrir, nos gusta. Aunque nos damos cuenta de ello, amamos el histrionismo, las ganas de ser protagonistas de nuestra novela, no conocemos la facilidad ni la felicidad, decimos la verdad sabiendo que mañana será mentira, que no podremos ni querremos mantenerla. Egoístas por definición, con complejos de superioridad, nos gusta ser los mejores en todo, incluso en ser la víctima, la mejor víctima. Nos paramos frente al espejo y nos convencemos de que lo estamos haciendo bien, ¿Cómo podríamos estar equivocados si somos incapaces de fracasar? Los protagonistas nunca fracasan…
Todos nos enamoramos de todo y nos conformamos con nada, y un afortunado o desafortunado día, decidimos compartir un poquito de nuestro protagonismo a alguien lo suficientemente digno de ello pero que no sea tan bueno como para robar nuestro papel u opacar nuestra actuación, nos decimos enamorados, pero en el fondo pensamos “Perfecto, aquí está mi oportunidad de sufrir, de ser la víctima, de demostrar que aún haciendo todo bien hay quien no lo valora, tontos” así que nos lastimamos con las palabras de otros que también se dicen enamorados, los volvemos contra nosotros, y cada quien en su papel de víctima y victimario, se va llorando a los brazos del siguiente actor. Lo vemos y vivimos día a día y no podemos notarlo. Ingenuos, hasta en nuestra maldad, nos dejamos llevar por la corriente, caemos en el círculo vicioso de la vida y seguimos creyéndonos sabedores de todo, capaces de manejar lo que se nos presenta, mejores que nuestros padres, que nuestros hermanos, que nuestros amigos, etc. ¿Qué saben ellos de la vida? ¿Qué saben ellos de nosotros? ¿Por qué están tan equivocados?...
Soberbia, expertos en ella. Hasta para fingir ser buenas personas hay que ser soberbios, los mejores en perdonar a los demás, siendo tan superiores perdonar es fácil; los mejores en compartir conocimiento, con esa genialidad sería imposible no hacerlo; los mejores en agradecer, sólo los más sabios pueden ser humildes… y así de soberbios vamos pintando máscaras.
Mortales, torpes, inadaptados, estúpidos los humanos, todos hasta mi madre y la tuya, ni siquiera sabemos cuidar de nosotros mismos.

miércoles, 13 de marzo de 2013

El Sueño. Cuento Hindú


El discípulo se reunió con su mentor espiritual para indagar algunos aspectos de la Liberación y de aquellos que la alcanzan. Departieron durante horas. Por último, el discípulo le preguntó al maestro:
-¿Cómo es posible que un ser humano liberado pueda permanecer tan sereno a pesar de las terribles tragedias que padece la humanidad? –
El mentor tomó entre las suyas las manos del perplejo discípulo, y le explicó:
-Tú estás durmiendo. Supóntelo-
Sueñas que vas en un barco con otros muchos pasajeros. De repente, el barco encalla y comienza a hundirse. Angustiado, te despiertas.
Y la pregunta que yo te hago es: ¿Acaso te duermes rápidamente de nuevo para avisar a los personajes de tu sueño?
*El Maestro dice: El ser liberado es como una flor que no deja de exhalar su aroma y, suceda lo que suceda, no se marchita.

El Ermita Astuto. Cuento Hindú

Era un eremita de muy avanzada edad. Sus cabellos eran blancos como la espuma, y su rostro aparecía surcado con las profundas arrugas de más de un siglo de vida. Pero su mente continuaba siendo sagaz y despierta y su cuerpo flexible como un lirio. Sometiéndose a toda suerte de disciplinas y austeridades, había obtenido un asombroso dominio sobre sus facultades y desarrollado portentosos poderes psíquicos. Pero, a pesar de ello, no había logrado debilitar su arrogante ego. La muerte no perdona a nadie, y cierto día, Yama, el Señor de la Muerte, envió a uno de sus emisarios para que atrapase al eremita y lo condujese a su reino. El ermitaño, con su desarrollado poder clarividente, intuyó las intenciones del emisario de la muerte y, experto en el arte de la ubicuidad, proyectó treinta y nueve formas idénticas a la suya. Cuando llegó el emisario de la muerte, contempló, estupefacto, cuarenta cuerpos iguales y, siéndole imposible detectar el cuerpo verdadero, no pudo apresar al astuto eremita y llevárselo consigo. Fracasado el emisario de la muerte, regresó junto a Yama y le expuso lo acontecido.

Yama, el poderoso Señor de la Muerte, se quedó pensativo durante unos instantes. Acercó sus labios al oído del emisario y le dio algunas instrucciones de gran precisión. Una sonrisa asomó en el rostro habitualmente circunspecto del emisario, que se puso seguidamente en marcha hacia donde habitaba el ermitaño. De nuevo, el eremita, con su tercer ojo altamente desarrollado y perceptivo, intuyó que se aproximaba el emisario. En unos instantes, reprodujo el truco al que ya había recurrido anteriormente y recreó treinta y nueve formas idénticas a la suya.

El emisario de la muerte se encontró con cuarenta formas iguales.

Siguiendo las instrucciones de Yama, exclamó:

  -Muy bien, pero que muy bien.-

-!Qué gran proeza!-

Y tras un breve silencio, agregó:

  -Pero, indudablemente, hay un pequeño fallo.-

Entonces el eremita, herido en su orgullo, se apresuró a preguntar:

  -¿Cuál?-

Y el emisario de la muerte pudo atrapar el cuerpo real del ermitaño y conducirlo sin demora a las tenebrosas esferas de la muerte.


*El Maestro dice: El ego abre el camino hacia la muerte y nos hace vivir de espaldas a la realidad del Ser. Sin ego, eres el que jamás has dejado de ser.

miércoles, 6 de marzo de 2013

La Flor, tu Flor.


Y bendito el fruto de tu vientre
Como salitre formado en la espesura
De la cordura ida de paseo
Me asalta infame formidable duda
De saber que es lo que hubo primero
Antes siquiera de mencionar su nombre
del hambre en que sembró semilla
de fruta fresca jugosa ambrosia
que la noche sucedió a la tarde
y a esta fue   a su vez el día
así antes de disfrutar el fruto
hubo también regocijo 
en el complejo momento de disfrutar la flor
tu flor, la flor, la flor de tu vientre
que florece en la tierra que aran mis manos
ah pétalos mundanos que se abren hermosos
vibrantes, rojos, cuando en ellos poso mis labios
salados, cual  cielo que cubre los campos
bañándolos de amor, de dolor
del calor insoportable… un grito
la victoria del ángelus que en  mediodía
no hay nada más poderoso que el sol
los tallos erguidos cegándose por mirarlo
como primicia de la siega posterior
dulce néctar que emana de tus venas
perfumes llameantes de fuegos fatuos
fantasmas, sombras ¿Qué escondes?
delirantes tesoros ocultos, monumentos
a dioses paganos ofrendas a Priapo a Fauno
delicia salvaje que hace que abalance mi hoz
déjame encontrarte, adentro, profundo,
el eco devuelve mis cantos con un diferente sabor
lo quiero todo lo quiero ahora, las rosas y los jazmines
quiero todas tus flores, tus botones y tus raíces
quiero recorrer tus jardines desnudo
para también disfrutar los fatales matices
de las piedras y de las espinas que guardan
también la belleza de tus campos de arcoíris
tu flor, la flor, la flor de tu vientre.