jueves, 29 de mayo de 2014

Capitulación.

Reconozco que sumido en la derrota
Se me antoja  lanzarme a esta hora
 a la vista de todas la gaviotas
a las playas blancas del olvido
Y  dejar por bien servido,
 el tiempo que pase por tus campiñas
Firmo el acuerdo concedido
De paz entre mi amor y tu desprecio
Que nunca fue tan grande mi ejército
Para sitiar las murallas de tu instinto
Perspicaz y desolado el “no confio”
En mis palabras limpias o profanas
Proyectadas con ímpetu sincero
¿Es este exilio mi castigo?
¿O es con lo que se reconoce mi servicio?
¿Acaso no naciste de mujer en luna llena?
¿Por qué pues,  no sientes dolor o pena?
Espero satisfecha empoderada
Disfrutes tu victoria desde la sala
Del trono de tu  palacio de venganza
Solo recuerda que de los restos de Troya
 Aun hoy,  Roma se alza
En condiciones no pugno mi derrota
Las clausulas que impongas, las acepto
Esto de perder, para mi… es nuevo
Solo
Permíteme que entierre  a mis muertos.
Ya que todo lo mío ya lo tienes
Mi tributo a pagar será desprecio.

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