sábado, 9 de febrero de 2019

Peón

Como peón coronado
He de presentarme perfecto ante ti
De negro ébano mi negra alma llama
Cual flama flatua mi carne putrefacta
En la noche o al anochecer
Que se ve arder a poca distancia
También del amanecer
luces pálidas de fuentes tranquilas
una moneda lanzada, un deseo
Existen leyendas que hacen que muchos
sean reacios a creer
que vive más allá de elogios y blasfemias
la palabra pura que hace tu nombre
eco en la inmensidad del vacío
de mi cráneo colgado al revés
eres espectro perfecto
te toco y no te siento
te llamo y me ausento por miedo
a que si respondas esta vez
locos como la oración y el silencio
que compiten por saber
quien el más fuerte es
es una quimera que quiera
someter una tormenta
con las manos cuasi desnudas  
armado con una botella de jerez
si preguntas ¿Qué queréis?
Arcaico enunciado respondo
Con un aún más antiguo -No sé-

Tal vez quiero… solo al rey blanco vencer 

lunes, 13 de febrero de 2017

Alocución Pagana. Francisco Brines

¿Es que, acaso, estimáis que por creer
en la inmortalidad,
os tendrá que ser dada?
Es obra de la fe, del egoísmo
o la desolación.
Y si existe, no importa no haber creído en ella:
respuestas ignorantes son todas las humanas
si a la muerte interroga.

Seguid con vuestros ritos fastuosos, ofrendas a los dioses,
o grandes monumentos funerarios,
las cálidas plegarias, vuestra esperanza ciega.
O aceptad el vacío que vendrá,
en donde ni siquiera soplará un viento estéril.
Lo que habrá de venir será de todos,
pues no hay merecimiento en el nacer
y nada justifica nuestra muerte.


"Aún no" 1971

martes, 29 de noviembre de 2016

Thanksgoving Prayer. WIlliam Burroughs

" Gracias por el pavo y las palomas mensajeras, destinados a ser cagados a través de las tripas de los americanos.

Gracias por todo un continente que hemos asesinado y hemos envenenado.

Gracias a los indios que nos proporcionan algo de peligro y de reto.

Gracias por las grandes manadas de bisontes, por matarlos, sacarles la piel y dejar que se pudra.

Gracias por los trofeos de lobos y coyotes.

Gracias por el sueño americano, por divulgar y falsificar hasta que el fraude salga a la luz.

Gracias por el Ku Kux Klan, por los policías que matan negros y se los
apuntan en su cuenta, por las mujeres piadosas y decentes con sus caras
mezquinas cansadas, amargadas y perversas.

Gracias por las pegatinas que pongan -Matar un maricón en nombre de Cristo-.

Gracias por el sida de laboratorio.

Gracias por la prohibición y la guerra contra la droga.

Gracias por un país donde a nadie se le permite hacer lo que quiere.

Gracias por una nación de chivatos.

Oh sí gracias por todos los recuerdos, va enséñame los brazos, siempre has sido un estorbo y siempre has sido un pesado.

Gracias por haber traicionado de esta forma el último y más importante de los sueños humanos. "

lunes, 26 de septiembre de 2016

La Araña

En el patio hay una araña
Que canta mientras teje su casa
Invitando a las moscas a pasar
A conversar sobre lo bueno del día
Lo fresco del tiempo, el viento otoñal
Ella prefiere de la pared al rosal
En áurea figura precisa estructura
bajo las rojas tejas que ahuyenten la lluvia
He de decir perfecto, más espacioso
Limpio y hermoso que el diseño anterior
Sería un honor si me lo permite 
Hacerle un retrato, seguro injusto
De la belleza de su rostro
La Luz de sus ojos (ocho) me hace sonrojar (mucho)
No lo tome a mal, siendo un caballero
Sería gravísima la falta de cortejar
A la esposa de un buen amigo 
El ilustre (hago caravana)Señor del Silencio
No se lo diga, 
él siempre con harta responsabilidad
de guardar los secretos del mundo 
Y mantener en murmullo
Las voces en los sueños de los hombres
Veo que tiene visitas
Por lo que es menester dejar para después 
Nuestra reunión, no pierda esa sonrisa
Provecho...

Por la tarde al regresar hube de intentar 
Retomar nuestra sesión, 
la hora azul es propicia aún 

-¿Y la araña del patio?- pregunto 

-La maté con la escoba- alguien responde





miércoles, 24 de agosto de 2016

El amor todo lo cura

El Amor todo lo cura, me dijo una vez mi madre
Y así
salí a buscarlo esperando en el frente
de la puerta poniente del palacio municipal
sábado, tal cual era regular ver pasear
con un listón azul, azul cielo en el cabello
a las doce menos veinte pasado meridiano
si Usted me lo permite y puedo mencionar
A la mujer más hermosa de la que ha escuchado hablar
con flor en mano y  abeja rondando
preparado un discurso cursi, creí...  me era imposible fallar
No estoy en el mejor de mis momentos
con los bolsillos rotos y los sueños dispersos
los zapatos gastados de tanto caminar
estando en el fondo solo puedo escalar
lo mejor de mí no lo has visto, sería bueno esperar
te traje un presente, de la cosecha primera
la fruta es agria, la canción desafinada
la poesía apenas decente, por favor déjame conocerte. 
Saber tu nombre y nombrarte de un modo diferente
como nadie lo hace, como nadie lo sabe... ni puede
el sol brilló tan fuerte, el próximo sábado me dijo
en el café frente a la puerta,
a la puerta poniente del palacio municipal
pasé una semana cantando aquella melodía tonta
que ahora me avergüenza recordar.
A las doce menos veinte, ¡ahhh mi suerte!
Del brazo de otro hombre un tipo alto y fuerte
Ella caminando, con un listón azul, azul cielo en el cabello
Debo aclarar que no lloré, pero caminé a casa maldiciendo
No a ella, ni al imbécil que contento a su lado caminaba.
¿Como es que no entendí lo que mi madre me enseñaba?
El amor todo lo cura
El amor todo lo cura
El amor todo locura.

viernes, 22 de julio de 2016

there's a bluebird in my heart. Charles Bukowski

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí dentro, no voy
a permitir que nadie
te vea.
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo le echo whisky encima y me trago
el humo de los cigarrillos,
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca se dan cuenta
de que está ahí dentro.
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres
montarme un lío?
¿es que quieres
mis obras?
¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros
en Europa?
hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir
a veces por la noche
cuando todo el mundo duerme.
le digo ya sé que estás ahí,
no te pongas
triste.
luego lo vuelvo a introducir,
y él canta un poquito
ahí dentro, no le he dejado
morir del todo
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar
a un hombre, pero yo no
lloro,
¿lloras tú?

lunes, 20 de junio de 2016

Fascismo Galáctico

Hoy me desperté de muy buen humor
 pero este ha ido decreciendo conforme avanza el día,
 así que antes de volverme un demonio iracundo para el anochecer,
quiero decirte que deberías mandar al diablo todo y ayudarme a conquistar el mundo,
considero apropiada una repartición de la siguiente  forma:
tu,todos los países cuyo nombre inicie con "N" , "S" o vocal,
yo me quedo con el resto, tu con todos los océanos, excepto el Índico y el Pacífico Sur  además de que quiero conservar para mi el Mar del Norte (por eso recordé el poema que te envíe) el mar de China y el Egeo; tu, todas las islas, yo todos los archipiélagos; tu controlas ríos, lagos y las masas de agua continentales, yo me quedo con los glaciares, tu con las grandes cumbres pero yo con los volcanes, yo quiero las minas de sal, zinc, bronce y estaño, conserva las de piedras preciosas y metales pesados; así en control del mundo,mientras tu liberas a los esclavos yo impondré castigo a los malvados, cambiare el nombre de algunos lugares, fundaré nuevas ciudades y las llamaré por colores, "La Ciudad Roja" será mi capital; crearé un ejército profesional de cuyas armas se disparen flores y en algún momento te declararé la guerra y a fuerza de estrategia te arrebataré algunas costas; con ánimo de conquista cuando el hombre salga del planeta te dejo los mundos, estrellas y cometas, yo quiero los asteroides y lunas y repartimos a mitades las cosas no descubiertas, ya entrados en detalles te dejo la radiación de fondo y las reacciones moleculares me quedo con los agujeros negros y en específico toda las constelación de las ménades, y finalmente te doy a escoger entre la partícula de Higgs o los taquinones y demás partículas elementales fotones, neutrinos, gravitones, en cuestiones de tiempo aún no tengo por cierto la teoría de relatividad así que hay que esperar. Como lo habrás notado ya tengo todo resuelto, sólo me tienes que confirmar y debo añadir que aún estoy dispuesto a negociar.

viernes, 17 de junio de 2016

Respuesta. Otto René Castillo

Si me preguntaras
qué es lo que más quiero
sobre la anchura de la tierra,
yo te contestaría:
a ti, amor mío, y a la gente
sencilla de mi pueblo.

Dulce eres, como la tierra.
Como ella frutal y hermosa.

Pero a ti te quiero.

No por lo bella que eres.
Ni por lo fluvial de tus ojos,
cuando ven que voy y vengo,
buscando, como un ciego, el color
que se me ha perdido en la memoria.
Ni por lo salvaje de tu cuerpo indomable.
Ni por la rosa de fuego, que se entrega
cuando la levanto del fondo de la sangre
con las manos jardineras de mis besos.
A ti te quiero, porque eres la mía.
La compañera que la vida me dio,
para ir luchando por el mundo.

Amo a la gente sencilla de mi pueblo,
porque son sangre que necesito
cuando sufro y me desangro;
hombres que me necesitan cuando sufren.
Porque nosotros somos los más fuertes,
pero también los más débiles. Somos la lágrima.
La sonrisa. Lo dolorosamente humano. La unidad
de lo mejor y de lo más deplorable. Lo que canta
sobre la tierra y lo que llora sobre ella.
De ellos recibí esta vez, este corazón inquieto,
que me apoya y me fortalece y te lleva consigo.

Por eso los amo como son
y también como serán.
Porque ellos son buenos
y serán mejores.
Y juntos nos jugamos
el destino, con nuestras
manos que todo lo construyen.

Así amo yo la vida
y amo a la humanidad,
amor mío,
cuando te amo y amo
a los hombres sencillos
de mi bello y horrendo país.

Extraído de "Poesía" Casa de las Américas, 1989

miércoles, 11 de mayo de 2016

¿Acaso no imaginas? Arthur Rimbaud

¿Acaso no imaginas por qué de amor me muero?
La flor me dice: ¡Hola! ¡Buenos días!, el ave.
Llegó la primavera, la dulzura del ángel.
¡No adivinas acaso por qué de embriaguez hiervo!
Dulce ángel de mi cuna, ángel de mi abuelita,
¿No adivinas acaso que me transformo en ave
que mi lira palpita y que mis alas baten
como una golondrina?

Ne devinez-vous pas pourquoi je meurs d'amour ?
La fleur me dit : salut : l'oiseau me dit bonjour :
Salut ; c'est le printemps ! c'est l'ange de tendresse !
Ne devinez-vous pas pourquoi je bous d'ivresse ?
Ange de ma grand'mère, ange de mon berceau,
Ne devinez-vous pas que je deviens oiseau,
Que ma lyre frissonne et que je bats de l'aile
Comme hirondelle ?...


martes, 3 de mayo de 2016

Boleros del resentido. Eduardo Lizalde

Hay un lejano olor a muerto en todo el aire.
Alguien se muere aquí,
muy cerca, en el jardín de al lado.
Tal vez aquí, junto al umbral,
más bien adentro de la casa, en el pasillo,
y no, más cerca,                                                                                                                                         en este cuarto donde moríamos juntos.
No, tampoco.
Más cerca aún, junto a mi cuerpo.
Y no, más cerca.

sábado, 30 de abril de 2016

Gabriel Banderas

Subestimo el poder de Gabriel Banderas
De enamorarse a la séptima canción
Según sé, siempre en el mismo orden
Después de dos de Cabernet Sauvignon
Recuerdo aquella gentil mesera
De firme y abundante proporción
A quien el buen de Gabriel Banderas
Le escribía cientos de poemas llenos de pasión 
Un día en la comida, en la mesa vecina
Una rubia de elegante pose y amplia sonrisa 
Hacia la delicia de su imaginación 
¡una ronda para todos! ¡Viva, que emoción!
Gabriel Banderas siempre sabía lo que hacía
Nadie nunca escapaba de su refinada palabra
De su gesto coqueto, de su mirada ensayada
Era un arma afilada, desenvainada a la mínima 
Provocación.
Pero ayer, después del trabajo
El habernos encontrado en el lugar de moda
Era casi una obligación 
”The Bourbon” se llamaba, un bar de jazz
Que se inauguraba bajo luces de neón.
Y ahí estaba, ¿quién lo diría? Ella cantando
Tan hermosa que cualquiera dudaría
Que en verdad existiera 
Y que no fuera solo una ilusión
Su voz triunfaba en mi corazón 
Y hacía dichosa mi alma abandonada 
Casi olvidada en un oscuro rincón 
-Una más por favor- la gente aplaudía 
Enloquecida por tal maravilla 
Fuera de la lógica o la imaginación
Yo, por mi parte contando: la séptima canción
He de hacer algo antes de perder la razón
-Oh que torpe perdón-
La segunda copa de vino derramada en el pantalón
De Gabriel Banderas mi amigo
Antes que entrará en acción 
¿que hora son? Debemos irnos
¿Quién era ella? Daniela decía el folleto
Tal vez volvamos en otra ocasión...

jueves, 31 de marzo de 2016

Soneto. Jaime Torres Bodet

No has muerto. Has vuelto a mí. Lo que en la tierra
-donde una parte de tu ser reposa-
sepultaron los hombres, no te encierra;
porque yo soy tu verdadera fosa.

Dentro de esta inquietud del alma ansiosa
que me diste al nacer, sigues en guerra
contra la insaciedad que nos acosa
y que, desde la cuna, nos destierra.

Vives en lo que pienso, en lo que digo,
y con vida tan honda que no hay centro,
hora y lugar en que no estés conmigo;

pues te clavó la muerte tan adentro
del corazón filial con que te abrigo
que, mientras más me busco, más te encuentro.

lunes, 22 de febrero de 2016

Diez noches al acecho

Diez noches al acecho,
el silencio es importante
un sonido la ahuyentaría
ya me ha pasado antes
la espera es terrible
es un hecho que la soledad hace pensar
que es inútil aguardar
a ver su reflejo en un espejo
el arma esta presta
los sentidos agudos
el espíritu dispuesto
pero la carne es débil
y la tentación es:
escribirle una idiotez.
Allá a lo lejos, algo se mueve
Es un bello poema
Parece un terceto
Una palabra halagadora
Con un halo de misterio
Apunto bien mi pluma,
Con un poco de suerte
Por la mañana le tendré
Un fresco verso que ofrecer
Pero la palabra es esquiva
Y solo su cola ilumina
al pasar bajo la luna
-no era digna de ella
ni siquiera era tan bella
y ya habrá de volver-
Me repito, cuando de nuevo se aleja.
Undécima pernocta
Nunca me ha fallado
Tal vez para mañana
Dos presas completas
Una de ellas herida
No podrá llegar tan lejos
Este oficio es de paciencia
Ah suspiro tal vez debí ser bombero
Solo espero que no me olvide

Antes que termine este cuento.

sábado, 21 de noviembre de 2015

Carta del suicida. Gonzalo Rojas

Juro que esta mujer me ha partido los sesos,
Por que ella sale y entra como una bala loca,
Y abre mis parietales y nunca cicatriza,
Así sople el verano o el invierno,
Así viva feliz sentado sobre el triunfo
Y el estomago lleno, como un cóndor saciado,
Así padezca el látigo del hambre,
así me acueste
O me levante, y me hunda de cabeza en el día
Como una piedra bajo la corriente cambiante.

Así toque mi citara para engañarme, así
Se habrá una puerta y entren diez mujeres desnudas,
Marcadas sus espaldas con mi letra, y se arrojen
Unas sobre otras hasta consumirse.

Juro que ella perdura porque ella sale y entra
Como una bala loca,
Me sigue a donde voy y me sirve de hada.

Perdí mi juventud en los burdeles... Gonzalo Rojas

Perdí mi juventud en los burdeles
pero no te he perdido
ni un instante, mi bestia,
máquina del placer, mi pobre novia
reventada en el baile.

Me acostaba contigo,
mordía tus pezones furibundo,
me ahogaba en tu perfume cada noche,
y al alba te miraba
dormida en la marea de la alcoba,
dura como una roca en la tormenta.

Pasábamos por ti como las olas
todos los que te amábamos. Dormíamos
con tu cuerpo sagrado.
Salíamos de ti paridos nuevamente
por el placer, al mundo.

Perdí mi juventud en los burdeles,
pero daría mi alma
por besarte a la luz de los espejos
de aquel salón, sepulcro de la carne,
el cigarro y el vino.

Allí, bella entre todas,
reinabas para mí sobre las nubes
de la miseria.

A torrentes tus ojos despedían
rayos verdes y azules. A torrentes
tu corazón salía hasta tus labios,
latía largamente por tu cuerpo,
por tus piernas hermosas
y goteaba en el pozo de tu boca profunda.

Después de la taberna,
a tientas por la escala,
maldiciendo la luz del nuevo día,
demonio a los veinte años,
entré al salón esa mañana negra.

Y se me heló la sangre al verte muda,
rodeada por las otras,
mudos los instrumentos y las sillas,
y la alfombra de felpa, y los espejos
copiaban en vano tu hermosura.

Un coro de rameras te velaba
de rodillas, oh hermosa
llama de mi placer, y hasta diez velas
honraban con su llanto el sacrificio,
y allí donde bailaste
desnuda para mí, todo era olor
a muerte.

No he podido saciarme nunca en nadie,
porque yo iba subiendo, devorado
por el deseo oscuro de tu cuerpo
cuando te hallé acostada boca arriba,
y me dejaste frío en lo caliente,
y te perdí, y no pude
nacer de ti otra vez, y ya no pude
sino bajar terriblemente solo
a buscar mi cabeza por el mundo.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Amor Oculto. Manuel del Palacio

Ya de mi amor la confesión sincera
Oyeron tus calladas celosías,
Y fue testigo de las ansias mías
La luna, de los tristes compañera.

Tu nombre dice el ave placentera
A quien visito yo todos los días,
Y alegran mis soñadas alegrías
El valle, el monte, la comarca entera.

Sólo tú mi secreto no conoces,
Por más que el alma con latido ardiente,
Sin yo quererlo, te lo diga a voces;

Y acaso has de ignorarlo eternamente,
Como las ondas de la mar veloces
La ofrenda ignoran que les da la fuente.

Romance sin Título. Lope de Vega

A mis soledades voy.
De mi soledades vengo,
Porque para andar conmigo
Me bastan mis pensamientos.

¡No sé qué, tiene la aldea
Donde vivo y donde muero,
Que con venir de mí mismo
No puedo venir más lejos!

Ni estoy bien ni mal conmigo;
Mas dice mi entendimiento
Que un hombre que todo es alma
Está cautivo en su cuerpo.

Entiendo lo que me basta,
Y solamente no entiendo
Cómo se sufre a sí mismo
Un ignorante soberbio.

De cuantas cosas me cansan,
Fácilmente me defiendo;
Pero no puedo guardarme
De los peligros de un necio.

Él dirá que yo lo soy,
Pero con falso argumento;
Que humildad y necedad
No caben en un sujeto.

La diferencia conozco,
Porque en él y en mí contemplo,
Su locura en su arrogancia,
Mi humildad en su desprecio.

O sabe naturaleza
Más que supo en otro tiempo,
O tantos que nacen sabios
Es porque lo dicen ellos.

«Sólo sé que no sé nada»,
Dijo un filósofo, haciendo
La cuenta con su humildad,
Adonde lo más es menos.

No me precio de entendido,
De desdichado me precio;
Que los que no son dichosos,
¿Cómo pueden ser discretos?

No puede durar el mundo,
Porque dicen, y lo creo,
Que suena a vidrio quebrado
Y que ha de romperse presto.

Señales son del juicio
Ver que todos le perdemos,
Unos por carta de más,
Otros por carta de menos.

Dijeron que antiguamente
Se fue la verdad al cielo:
Tal la pusieron los hombres
Que desde entonces no ha vuelto.

En dos edades vivimos
Los propios y los ajenos,
La de plata los extraños,
Y la de cobre los nuestros.

¿A quién no dará cuidado,
Si es español verdadero,
Ver los hombres a lo antiguo
Y el valor a lo moderno?

Todos andan bien vestidos
Y quejánse de los precios;
De medio arriba, romano,
De medio abajo, romeros.

Dijo Dios que comería
Su pan el hombre primero
Con el sudor de su cara,
Por quebrar su mandamiento;

Y algunos inobedientes
A la vergüenza y al miedo,
Con las prendas de su honor
Han trocado los efectos.

Virtud y filosofía
Peregrinan como ciegos:
El uno se lleva al otro,
Llorando van y pidiendo.

Dos polos tiene la tierra,
Universal movimiento,
La mejor vida el favor,
La mejor sangre el dinero.

Oigo tañer las campanas,
Y no me espanto, aunque puedo,
Que en lugar de tantas cruces
Haya tantos hombres muertos.

Mirando estoy los sepulcros
Cuyos mármoles eternos
Están diciendo sin lengua
Que no lo fueron sus dueños.

¡Oh, bien haya quien los hizo,
Porque solamente en ellos
De los poderosos grandes
Se vengaron los pequeños!

Fea pintan a la envidia:
Yo confieso que la tengo
De unos hombres que no saben
Quién vive pared en medio.

Sin libros y sin papeles,
Sin tratos, cuentas ni cuentos,
Cuando quieren escribir
Piden prestado el tintero.

Sin ser pobres ni ser ricos,
Tienen chimenea y huerto;
No los despiertan cuidados,
Ni pretensiones, ni pleitos.

Ni murmuraron del grande,
Ni ofendieron al pequeño;
Nunca, como yo, firmaron
Parabién, ni pascua dieron.

Con esta envidia que digo,
Y lo que paso en silencio,
A mis soledades voy,
De mis soledades vengo.

jueves, 24 de septiembre de 2015

Epistolar

No quiero que pienses que te he olvidado
Porque es bien sabido
que prefiero el viento de invierno
y las flores de mayo
 a una postal de París comprada con prisa
en el aeropuerto de Bordeaux
No es, que no me interese saber de ti
pero soy un tonto para preguntar en prosa
de aquellas cosas tan asombrosas
que seguro te acontecen desde la última vez que te vi
y prefiero guardar el tiempo
como se guarda un gran secreto
y compartirlo contigo en el lugar y momento
en que casualidad y destino
compartan el mismo camino donde te conocí
Sin embargo… para evitar volverme
a tus ojos un desconocido indiferente
déjame adelantarte con un saludo cordial
el intermezzo de mi historia…
Amada Amiga:
Los años son implacables
Y ya no puedo beber como solía
ni dormir como dormía
aunque ahora sueño más
de esos sueños que aun  despierto
invaden mi pensamiento
con ideas retorcidas, escandalosas
agresivas de descubrir nuevas palabras.
Así es, he pensado en abandonar la oficina
y dedicar el resto de mi vida
a sembrar auroras y alboradas
para cosechar, claro, después de las lluvias
hermosos versos de colores
en vivos morados, rojos y azules
ya me  he hecho  del arado
un violín, partituras y un juego de pinceles
es suficiente para empezar.
Por cierto estoy a punto de alcanzar
un do de pecho.
Por otra parte en el amor
Sabes que después de haber tenido
roto el corazón un par de veces
había jurado sobre el lecho vacío de mi Padre
(porque aún felizmente vive)
No volverme a enamorar
Pero las cosas cambian y he conocido
A una mujer sobresaliente
A quien le escribo clandestinamente
Sobre su objeto de estudio
Ya que es especialista en lo que el mundo necesita
Vulnerasti cor meum
Ella es enfermera, blanca como una hoja de papel
Sus cabellos son como una parvada de pájaros
Simplemente me gusta, como me gusta mirar el cielo
Y le robo los versos que se le caen de entre los dedos.
No soy rico, ese es un hecho y debo más de lo que tengo
Al mundo, a mis padres, los colores de una marina en acuarela
Un par de cuentos, una profecía incumplida, pero a la vida…
Y es lo que más me preocupa
¿Con que le pago que pueda llamarte amiga?
Siempre acudo a ti ante la duda
No vaya a ser que por tu virtud
En la próxima vida el samsara me coloque
A los pies de un elefante
Como un despreciable roedor
Y aún así como ratón
 de nuevo te buscaría.
Esta carta se vuelve larga
Tal vez es insensata mi forma de saludarte
Tal vez la próxima te escriba una canción.
Por tu fina atención agradezco haberme leído
Quedo de ti, desde ahora y para siempre
El Marqués de Nomeacuerdo.

lunes, 20 de julio de 2015

He aquí que tu estas sola. Jaime Sabines

He aquí que tú estás sola y que estoy solo.
Haces tus cosas diariamente y piensas
y yo pienso y recuerdo y estoy solo.
A la misma hora nos recordamos algo
y nos sufrimos. Como una droga mía y tuya
somos, y una locura celular nos recorre
y una sangre rebelde y sin cansancio.
Se me va a hacer llagas este cuerpo solo,
se me caerá la carne trozo a trozo.
Esto es lejía y muerte.
El corrosivo estar, el malestar
muriendo es nuestra muerte.

Ya no sé dónde estás. Yo ya he olvidado
quién eres, dónde estás, cómo te llamas.
Yo soy sólo una parte, sólo un brazo,
una mitad apenas, sólo un brazo.
Te recuerdo en mi boca y en mis manos.
Con mi lengua y mis ojos y mis manos
te sé, sabes a amor, a dulce amor, a carne,
a siembra , a flor, hueles a amor, a ti,
hueles a sal, sabes a sal, amor y a mí.
En mis labios te sé, te reconozco,
y giras y eres y miras incansable
y toda tú me suenas
dentro del corazón como mi sangre.
Te digo que estoy solo y que me faltas.
Nos faltamos, amor, y nos morimos
y nada haremos ya sino morirnos.
Esto lo sé, amor, esto sabemos.
Hoy y mañana, así, y cuando estemos
en nuestros brazos simples y cansados,
me faltarás, amor, nos faltaremos.


jueves, 9 de julio de 2015

Como me Gustaría maldecir como Bukowski.

Como me gustaría maldecir como Bukowski
Pero no esa ruin altanería que te encuentras por la calle
Que escuchas sin mesura, como alarde de bravura
De mis patanes colegas que llaman puta
A la primera que ven correr en tacones
para a fuerza de empujones no perder el transporte
Ah me encantaría que alabaran mis blasfemias
Pero no con las sucias maneras de llamar pendejo
Al no muy brillante sujeto que guarda el Sabbath
de los pobres en labores propias de misa y descanso
Ah sería excelso poder proferir improperios
maldiciones, insultos, injurias, agravios, calumnias
de una forma tan espontánea y elegante
por supuesto con recursos estilísticos y de lenguaje
que la gente que me encuentre caminando por la calle
me pida que le llame, imbécil, asno, tonto, ignorante
Párvulo, demente, estúpido iracundo, mozalbete tozudo
O mejor aún lame-bolas, huele-culos, come-caca
Y después se alejaran dándome las gracias
Sería un placer atender a quien
Con tanto esfuerzo aprecia el arte de la ofensa lirica
Y evita responder con un
muy poco aristocrático gesto unidactilar
bienvenidos sean a quienes les guste la poesía
así esta sea profana e impía
y si uno no siempre puede tener un buen día
que eso no impida insultar siempre con una sonrisa.

Annabel Lee. Egar Allan Poe

Fue hace muchos y muchos años,
     en un reino junto al mar,
habitó una señorita a quien puedes conocer
     por el nombre de Annabel Lee;
y esta señorita no vivía con otro pensamiento
     que amar y ser amada por mí.

Yo era un niño y ella era una niña
     en este reino junto al mar
pero nos amábamos con un amor que era más que amor
     —yo y mi Annabel Lee—
con un amor que los ángeles súblimes del Paraíso
     nos envidiaban a ella y a mí.

Y esa fue la razón que, hace muchos años,
     en este reino junto al mar,
un viento partió de una oscura nube aquella noche
     helando a mi Annabel Lee;
así que su noble parentela vinieron
     y me la arrebataron,
para silenciarla en una tumba
     en este reino junto al mar.

Lo ángeles, que no eran siquiera medio felices en el Paraíso,
     nos cogieron envidia a ella y a mí:—
Sí!, esa fue la razón (como todos los hombres saben)
     en este reino junto al mar)
que el viento salió de una nube, helando
     y matando mi Annabel Lee.

Pero nuestro amor era más fuerte que el amor
     de aquellos que eran mayores que nosotros—
     de muchos más sabios que nosotros—
y ni los ángeles in el Paraíso encima
     ni los demonios debajo del mar
separarán jamás mi alma del alma
     de la hermosa Annabel Lee:—

Porque la luna no luce sin traérme sueños
     de la hermosa Annabel Lee;
ni brilla una estrella sin que vea los ojos brillantes
     de la hermosa Annabel Lee;
y así paso la noche acostado al lado
de mi querida, mi querida, mi vida, mi novia,
     en su sepulcro junto al mar—
     en su tumba a orillas del mar.

sábado, 30 de mayo de 2015

Canto Negro. Nicolás Guillén

¡Yambambó, yambambé!
Repica el congo solongo,
repica el negro bien negro;
congo solongo del Songo
baila yambó sobre un pie.

Mamatomba,
serembe cuserembá.

El negro canta y se ajuma,
el negro se ajuma y canta,
el negro canta y se va.
Acuememe serembó,

yambó,
aé.

Tamba, tamba, tamba, tamba,
tamba del negro que tumba;
tumba del negro, caramba,
caramba, que el negro tumba:
¡yamba, yambó, yambambé!


miércoles, 27 de mayo de 2015

Absolutio

Anoche sepulte a un hombre
de Nombre olvidado en la bruma
lo encontré y aún su cuerpo putrefacto
despojos de vida contenía
auxilio pedía
 con ademan doliente  de limosna
ya estaba muerto… pero aun vivía
nada que hacer, ¿ayuda? innecesaria
solo tiempo, esperar a que muriera
su olor penetrante transportaba a los infiernos
de la carne, su voz jadeante se confundía
entre oración, maldición o encanto
un hechizo lanzado por un mago
¿Un Nombre? pronunciaba un Nombre
de una mujer, lo descifre
más que por su sonido por su tacto
porque aun con amor pronunciaba
el  amargo dolor  de su condena
su llanto se había acabado
pero la lluvia sobre su rostro
corría lentamente en sus mejillas
carcomidas por el olvido
como el polvo sobre una carta
que nunca fue leída
eso es todo compartía su dolor
ese era su adiós
sostuve su mano por un tiempo
es incierto el destino
que le aguardaba después
encuentra tu camino
en la tierra bajo los pies
ego te absolvo
in nomine Patri
et Filii
et Spiritus Sancti
una mentira que redime

tan mala no puede ser.

jueves, 21 de mayo de 2015

La amenaza de la Flor. Alfonso Reyes

Flor de las adormideras:
engáñame y no me quieras.

¡Cuánto el aroma exageras,
cuánto extremas tu arrebol,
flor que te pintas ojeras
y exhalas el alma al sol!
Flor de las adormideras.

Una se te parecía
en el rubor con que engañas,
y también porque tenía,
como tú, negras pestañas.

Flor de las adormideras.
Una se te parecía.. .
Y tiemblo sólo de ver
tu mano puesta en la mía:
¡Tiemblo no amanezca un día
en que te vuelvas mujer!

miércoles, 29 de abril de 2015

Nunca des todo el Corazón. William Butler Yeats

Nunca des todo el corazón pues el amor
apenas merecerá ser tema de pensamiento
para las mujeres apasionadas si parece
seguro; ellas nunca sueñan
que de beso a beso se va marchitando;
pues todo lo bello es sólo
un breve, soñador, amable deleite.

Oh, nunca des el corazón completamente
pues ellas, aunque otras cosas digan tersos labios,
han entregado su corazón al juego.
¿Quién podría jugar bien
si sordo y mudo y ciego de amor?
Quien esto escribe conoce bien todo el costo,
pues dio su corazón y lo perdió.


Never give all the heart, for love
Will hardly seem worth thinking of
To passionate women if it seem
Certain, and they never dream
That it fades out from kiss to kiss;
For everything that’s lovely is
But a brief, dreamy, kind delight.
O never give the heart outright,
For they, for all smooth lips can say,
Have given their hearts up to the play.
And who could play it well enough
If deaf and dumb and blind with love?
He that made this knows all the cost,
For he gave all his heart and lost.

Una Canción de un trago. William Butler Yeats

El vino entra en la boca 
Y el amor entra en los ojos; 
Esto es todo lo que en verdad conocemos 
Antes de envejecer y morir. 
Así llevo el vaso a mi boca, 
Y te miro, y suspiro.

Wine comes in at the mouth
And love comes in at the eye;
That’s all we shall know for truth
Before we grow old and die.
I lift the glass to my mouth,
I look at you, and I sigh.

Cuando seas vieja, gris y cansada. William Butler Yeats

Cuando seas vieja, gris y cansada,
y cabeceando junto al fuego tomes este libro,
y quedamente leas, soñando con los ojos fijos
que tu mirada un día tuvo, ahora ensombrecida;

Cuántos adoraron tus instantes de alegre gracia,
y amaron tu belleza con amor falso, o verdadero;
pero solo un hombre amó tu espíritu viajero,
y las penas de tu rostro que cambiaba.

E inclinándote junto al resplandor del fuego,
quizás murmures, un poco triste, cómo huyó el amor,
cómo su verdor flotó lejos sobre las montañas,
y escondió su rostro en una multitud de estrellas.


When you are old and grey and full of sleep,
And nodding by the fire, take down this book,
And slowly read, and dream of the soft look
Your eyes had once, and of their shadows deep;

How many loved your moments of glad grace,
And loved your beauty with love false or true,
But one man loved the pilgrim soul in you,
And loved the sorrows of your changing face;

And bending down beside the glowing bars,
Murmur, a little sadly, how Love fled
And paced upon the mountains overhead
And hid his face amid a crowd of stars.

La Maldición de Adán. William Butler Yeats

Nos sentamos juntos un atardecer de verano,
Aquella hermosa mujer, tu íntima amiga,
Tú y yo, y charlamos de poesía.
Yo dije: “Un línea tal vez pueda llevarnos horas,
Pero si no recrea un pensamiento instantáneo,
Nuestro hilar y deshilar a sido en vano.
Mejor sería que te pusieras de rodillas
Y fregaras el suelo de la cocina, o que picaras piedra
Como un pobre viejo de sol a sol;
Porque articular cadenciosamente los dulces sonidos
Es trabajo más duro que todo eso, y sin embargo
Serás tildado de holgazán por la ruidosa camarilla
De banqueros, profesores y clérigos
Que los mártires llaman Mundo.”
                                   
                                               Y entonces,
Aquella hermosa y apacible mujer por la cual
Más de uno se abandonaría a la angustia
Por descubrir que su acento es grave y dulce,
Respondió: “Nacer Mujer es saber
–que, aunque ellos nunca lo digan–
nuestro trabajo es ser hermosas.”



Yo asentí: “Cierto es que desde la caída de Adán
No hay excelencia lograda sin el mayor esfuerzo.
Han existido amantes para quienes el amor
Debía estar tan compuesto de galanteos y cortesías
Que suspiraban y glosaban frases de memoria
Con poses extraídas de algún viejo y hermoso libro;
Sin embargo ahora parece un asunto de lo más frívolo.”

Al nombrar el amor permanecimos callados;
Vimos apagarse los últimos emblemas de la luz
Y en el tembloroso verdiazul del cielo
Una luna, pálida como si hubiese sido una concha
Bañada por la perpetua marea del tiempo
Entre las estrellas se desgranaba en años y en días.

Tuve un pensamiento sólo para tus oídos:
Pensé que eras hermosa, y que había procurado amarte
Según la vieja costumbre del amor;
Que todo hacía parecer feliz, pero nos volveríamos
Tan descorazonados como la luna hueca.


We sat together at one summer’s end,
That beautiful mild woman, your close friend,   
And you and I, and talked of poetry.
I said, ‘A line will take us hours maybe;
Yet if it does not seem a moment’s thought,   
Our stitching and unstitching has been naught.   
Better go down upon your marrow-bones   
And scrub a kitchen pavement, or break stones   
Like an old pauper, in all kinds of weather;   
For to articulate sweet sounds together
Is to work harder than all these, and yet   
Be thought an idler by the noisy set
Of bankers, schoolmasters, and clergymen   
The martyrs call the world.’
                                          And thereupon
That beautiful mild woman for whose sake   
There’s many a one shall find out all heartache   
On finding that her voice is sweet and low   
Replied, ‘To be born woman is to know—
Although they do not talk of it at school—
That we must labour to be beautiful.’
I said, ‘It’s certain there is no fine thing   
Since Adam’s fall but needs much labouring.
There have been lovers who thought love should be   
So much compounded of high courtesy   
That they would sigh and quote with learned looks   
Precedents out of beautiful old books;   
Yet now it seems an idle trade enough.’

We sat grown quiet at the name of love;   
We saw the last embers of daylight die,   
And in the trembling blue-green of the sky   
A moon, worn as if it had been a shell   
Washed by time’s waters as they rose and fell   
About the stars and broke in days and years.

I had a thought for no one’s but your ears:   
That you were beautiful, and that I strove   
To love you in the old high way of love;
That it had all seemed happy, and yet we’d grown   
As weary-hearted as that hollow moon.

¿Por qué estás silenciosa? William Wordsworth


¿Por qué estás silenciosa? ¿Es una planta
tu amor, tan deleznable y pequeñita,
que el aire de la ausencia lo marchita?
Oye gemir la voz en mi garganta:

Yo te he servido como a regia Infanta.
Mendigo soy que amores solicita...
¡Oh limosna de amor! Piensa y medita
que sin tu amor mi vida se quebranta.

¡Háblame! no hay tormento cual la duda:
Si mi amoroso pecho te ha perdido
¿su desolada imagen no te mueve?

¡No permanezcas a mis ruegos muda!
que estoy más desolado que, en su nido,
el ave a la que cubre blanca nieve.

Lucía. William Wordsworth


Vivía en las regiones solitarias,
por donde nace el Dove,
una doncella a quien nadie alababa
y a quien querían pocos:

violeta junto a una musgosa piedra,
medio oculta al viandante,
bella como un lucero, cuando brilla,
muy solo, en el espacio.

Ignorada vivió, y pocos supieron
la muerte de Lucía;
mas ella está en la tumba, y para mí
ya todo ¡qué distinto!

                        * * *

Selló el sueño mi espíritu
y miedo no sentía:
ella me parecía como algo que no siente
el roce de los años.

No tiene movimiento ya, ni fuerza,
no oye ni ve nada;
mezclada con el curso diario de la tierra,
con las rocas, las piedras y los árboles.

Versión de Màrie Montand