miércoles, 28 de diciembre de 2011

La siguiente historia es bizarra y repugnante, te recomiendo no leerla.

Lo único que deseo es ver sangrar a Eduardo.
En una publicación anterior describí uno de mis primeros experimentos para entablar comunicación con líneas temporales no continuas ya sean futuras o reversas , la clave radica en sincronizar las frecuencias de la sinapsis  con un interlocutor ubicado en un marco referencial  espacio temporal paralelo y perpendicular simultaneo, es decir si el continuo espacio tiempo está extendido como en una banda de Möbius solo era necesario desarrollar el canal de comunicación adecuado para encontrar alguien con quien conversar ya que nos encontramos en el mismo lugar pero en distinto tiempo, una analogía similar seria como cuando dejamos una carta para ser encontrada por alguien quien sabe dónde buscarla pero que ese alguien es capaz de respondernos por el mismo medio.
De esta manera pude contactar a un joven al parecer radicado en el año 3124 y señalo mi duda acerca del año porque derivado de las conversaciones que hemos sostenido he inferido que los años dejaron de contarse en base al supuesto nacimiento de Cristo tras un evento de relevancia universal mismo que aun desconozco y que dio inicio a un conteo en base a la posición angular de nuestro sistema solar con respecto  a la galaxia, por lo que él mismo considera su ubicación en la datación temporal en Sirio 9.51413 y su ubicación espacial justamente aquí donde me encuentro escribiendo estas líneas. Dada la prolongada extensión de la esperanza de vida humana, las características biológicas y sociales de la humanidad han cambiado drásticamente por lo que el proceso de desarrollo cognitivo del hombre se ha visto acelerado pero el social se ha aletargado, a sus 27 años se encuentra apenas saliendo de la adolescencia, la forma de desarrollar una conversación con él me remitió a hablar de la única cosa que considero… aunque aún no se si considerar todavía como intangible: el amor.
Su aparente desconocimiento de mi protocolo de comunicación temporal me hace temer lo peor, que mis investigaciones no se difundieron masivamente lo que sugiere su abrupta interrupción.
Él me hablo de una mujer de características sobresalientes, a la cual no se había atrevido a declarar sus sentimientos debido a circunstancias que no apuntare en el presente relato pero que estaban íntimamente ligadas con la relación que él tenía con uno de los miembros de la familia de esa mujer.
La época del boom genético inicio con la alteración del genoma de todos los humanos nacidos durante una generación que los eximo de enfermedades hereditarias y desordenes conductuales identificados a finales del siglo XXI, la segunda generación se definió por la elección del sexo de los recién nacidos en una proporción regulada por los dos megagobiernos vigentes en ese entonces, la tercera generación gozó de la desregulación permitiendo todo cambio y elección de características físicas con excepción de la creación de híbridos humano-animales; durante las siguientes diez décadas la tierra se pobló del estereotipo de belleza generado durante los inicios del siglo XXV, extrema delgadez, altura superior a los 1.8 metros, nulo vello corporal, labios de tonos azulados, facciones finas en el rostro y una línea corporal asexual. Los programas de reproducción asistida eran protocolizados desde 80 años antes de la gestación de un producto de manera que las tasas de natalidad o producción como le denominaron posteriormente estaba calculados con la mínima variación posible, lo que permitió gestionar la creación de alimentos en cantidades congruentes con el número de habitantes exactos por población, la carne animal dejo de ser consumida para dar paso a compuestos vegetales proteínicos cultivados y crecidos en incubadoras alimenticias a través del cual el tiempo de maduración de un producto consumible se reducia de meses a minutos.
El porcentaje de la población mundial cuyo ADN estaba libre de genes transgénicos era mínima, de tal forma que empezaron a ser apreciados como altos estándares de belleza los otrora signos inequívocos de fealdad, las asimetrías, los rasgos toscos, la baja estatura, el vello abundante y el sudor copioso, los pocos individuos de tales características eran reverenciados y admirados como objetos de deseo sexual supremo, sin embargo siempre ha sido claro que estas personas “los nuevos bellos” prefieren a sus similares para tareas propias de apareamiento, sobra decir,  de la manera más natural posible sin la injerencia ya de la ingeniería genética.
La mujer de la que quedó prendado mi interlocutor era más bien de estatura corta y esbelta, ojos grandes pero que se cerraban graciosamente al sonreír, sus senos eran pequeños o al  menos así lo adivinaba bajo  las formas que tomaba su ropa sobre su cuerpo, pero el principal estandarte de su belleza eran esos tímidos vellos oscuros que se asomaban por sus pequeñas fosas nasales, la mujer era hermosa y asediada por todos, por lo que él preparo un preciso y detallado plan para conquistarla, le había obsequiado su posesión más valiosa una edición digital de La Noche de los Feos de Mario Bendetti que a pesar de tener más de 300 años aún se conservaba en su unidad de almacenamiento óptica, su trato para con ella había variado a lo largo de su incipiente relación primero, fue un caballero de modales estoicos, al no funcionar se convirtió en un indiferente conversador ocasional, y finalmente en un ferviente y público detractor que gustaba de señalar sus faltas o exagerarlas según fuera el caso, el hecho es que nunca le fue posible según sus propias palabras encontrar las circunstancias adecuadas para presentar adecuadamente sus deseos de sostener una relación romántica con ella.
El argumento del relato se basa en el paso del tiempo y de los cambios del hombre a través de él, la mujer no estaba dispuesta a esperarlo y realmente nunca supo si alguna vez lo estuvo, ella presentose con una nueva conquista o con un nuevo conquistador aún no sabemos cómo definirlo, su nombre era Eduardo y por la descripción que me hizo de él este tenía la perfecta pinta de un proto-hombre, un neandertal  de cabeza pequeña y aplastada, nariz ancha, cuencas oculares desproporcionadamente grandes, y exagerado vello, lo que yo, el que esto escribe consideraría más cercano a un simio, en nuestro lejano futuro será considerado un cumulo de estética sobresaliente, cuando ellos fueron presentados se generó en el protagonista de la historia una veta de odio puro contra sí mismo por no haber actuado con mayor rapidez  pero más abundante contra su nuevo rival, en ese momento sintió un deseo desmedido de arrancar su cabeza y destrozarla con sus propias manos, arrancándole los ojos, mientras hacía que mordiera su propia lengua.
 Debo advertir a mis lectores presentes y futuros e incluso al mismo Eduardo ya que espero que sea capaz de leer esto y prevenir un desastre, que a partir de este punto  la descripción de mi relator adquirió un tono ácido y oscuro que llego a aterrarme, su saña y violencia lo convirtieron en un ser repugnante a mis ojos  pero no podía detenerlo, ya no, sino solo escucharlo, mi comunicación con el futuro nunca había sido tan prolongada y detallada, debía continuar.
El inmenso odio por Eduardo le llevo a considerar verdaderamente el homicidio, pero el sistema biométrico penal le hizo desistir de siquiera considerar un remoto plan, los lectores genéticos identificaban en todo momento y lugar la posición y signos vitales de todas las personas haciendo imposible salir impune de cualquier crimen, sin embargo había rumores de un extraña red de criadores apócrifos que por una cuantiosa suma y para cualquier fin que así dispusiera el cliente creaban réplicas exactas de cualquier individuo, la sociedad de ese entonces condenaba la clonación considerándola un vestigio primitivo y absurdo de un ideal decadente de inmortalidad, sobre todo después de la larga dictadura de Mohamed IV líder supremo del bloque teocrático misma que duró más de trescientos años y que asolo al mundo antes del gobierno unificado, provocado precisamente por las ideas religiosas acerca de la clonación, sin embargo en laboratorios caseros se continuaron celebrando experimentos que condujeron a la formación de una secta extremista conocida como Golem, la cual para financiar la clonación de personajes ilustres a lo largo de la historia y que aparentemente llevarán a la humanidad a una nueva época de gloria y esplendor  producían por el precio adecuado el clon de cualquier muestra humana de ADN que se les proporcionara; por supuesto eso no sucedida comúnmente sino que solo eran rumores, nada claro, no direcciones, ni pruebas de su existencia, por lo que se concluyó que  el asesinato de un hombre es un crimen mucho mayor que el asesinato de algo que no existe.
Luego de algún tiempo de investigar, finalmente encontró a un adherente de Golem que, previa confirmación de  los recursos para financiar el proceso lo condujo a un laboratorio escondido de los detectores genéticos, donde se manufacturaban piezas humanas sobre encargo, él hacía tiempo había dispuesto conseguir alguna muestra de ADN de Eduardo por lo que siguiéndolo a su casa obtuvo algo de sus desechos orgánicos no especificándome de que tipo, para este momento ya casi saboreaba la consumación de su venganza, finalmente desahogaría todo aquel rencor que había guardado contra sí mismo y contra el mundo, desafortunadamente para él las muestras no fueron coincidentes con el sujeto a reproducir y le fue informado la imposibilidad de la realización de su pedido, decepcionado por la situación y dado que no existía reembolso solicito permiso para conocer un producto terminado a lo que ellos accedieron, cuál no sería su sorpresa al reconocer dentro del contenedor de líquido amniótico al cuerpo desnudo de Eduardo.
Le explicaron que muchos de sus clientes recurrían a la clonación para satisfacer sus necesidades sexuales, la mayoría para cumplir sus fantasías de copular con individuos  estéticamente agradables, por lo que el mapa genético de uno de ellos es bien cotizado en el mercado, pero había casos, casos extraños cuya finalidad del clon  era desconocida, por desgracia este no era uno de ellos, la homosexualidad siempre había sido reconocida como un derecho de elección, más aún cuando casi se suprimen por completo los caracteres sexuales externos durante el boom genético,
Pero el espécimen en cuestión llevaría esto a otro nivel, en un acceso de narcisismo Eduardo había  llegado ahí solicitando un clon de si para poder tener relaciones sexuales consigo mismo. Dadas sus características, Golem había ofrecido  una buena suma por su mapa genético para poder comercializarlo como producto sexual, por lo que sus clones se volvieron de libre pedido.
Para evitar los detectores genéticos el uso que se les da a los clones solo puede ser dentro de las instalaciones del laboratorio, por lo que mi interlocutor una vez adquirido su brillante espécimen de manufactura en masa se divirtió durante horas golpeando a su Eduardo con una barra de cuarzo hasta esparcir su cerebro por las paredes de la habitación  luego de haberle sacado los ojos con sus manos.
Estos detalles los obtuve de las últimas conversaciones que sostuvimos, ya que a raíz de esto surgió en él la idea de evidenciar las sucias prácticas de Eduardo, mismo que por consiguiente evidenciaría sus propias, sangrientas y sucias prácticas poniendo al descubierto a la hasta ese entonces anónima sociedad secreta Golem, ahora creo que él está muerto, las conversaciones se suspendieron abruptamente, y muchos intereses convergían en el silencio que se pudiera guardar.
La conexión sináptica establecida con el joven de quien no menciono su nombre por la repulsión hacia los actos cometidos se desarrolló de manera fluida, pero debo anotar que las características de estas conversaciones se dan directamente a través de imágenes, pensamientos y recuerdos que compartimos durante las sesiones, debo aceptar que es necesario analizar con mayor profundidad los efectos adyacentes en que estos derivan puesto que pasaron varias semanas después del último contacto en que lo único que en verdad deseaba era ver sangrar a Eduardo. Espero que esta aspera narración que ha sido escrita con premura ayude a detener un horrendo crimen cualquiera que este sea.
Pienso que si  algo de él viajo hacia el presente a través mío, ¿cuánto de mi pudo haber viajado hacia el futuro a través de él? A pesar de los pensamientos agobiantes que me afligen estoy seguro que tengo conocimientos de lo que sucederá en los próximos mil años, solo debo ordenar mis ideas para compartirlo.

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