“Por favor” la voz de suplica
sonó al instante patética; no fue esa frase de convicción de cuando se ordena
amablemente y a la cual estoy acostumbrado, como cuando digo: Llámame mañana
por la tarde ó Dame
agua*
Si, debo aceptarlo, me derrumbe,
terriblemente, estrepitosamente, entré en pánico, por breves instantes sentí
que lo perdía todo aún cuando nunca lo he tenido y es que un rechazo más habría
de cimbrar lo que hasta ahora considero como la realidad misma: que un hombre
puede conseguir cualquier cosa que se proponga siempre y cuando lo intente con
todas las fuerzas de su espíritu, considerando al espíritu como la
sincronización perfecta de corazón y
razón, es decir de amor y sabiduría.
La frase completa causó
indignación tanto a mi como a mi fiel escudero que atento escuchaba la
conversación: “Por favor (que pronuncie con un tono tembloroso y suplicante) seria
bueno que saliéramos” al instante los demonios de la vergüenza y el
arrepentimiento pusieron su casa en mi existencia, ¡Cómo es que yo había pronunciado tal sentencia! ¡Yo, otrora
verdugo y ahora condenado! Ella noto mi caída, su voz cambió, con un aire indulgente me permitió mitigar mi
sed de aspiración con un par de gotas de esperanza al decirme que esperara su
respuesta mañana.
¡AH MAÑANA! nuevamente El Tiempo, la sucesión de hechos, la sustancia de la vida...y tal vez la vida misma, de verdad me gustaría que no fueras tan importante (y debo hacer notar que aquí cambia y combina la forma de la narración) y repito ¡Como me gustaría que no fueras para mi tan importante! Y es que tu imagen me domina de forma tan brutal que es imposible escapar de ti.
¡AH MAÑANA! nuevamente El Tiempo, la sucesión de hechos, la sustancia de la vida...y tal vez la vida misma, de verdad me gustaría que no fueras tan importante (y debo hacer notar que aquí cambia y combina la forma de la narración) y repito ¡Como me gustaría que no fueras para mi tan importante! Y es que tu imagen me domina de forma tan brutal que es imposible escapar de ti.
Alguien pregunta: ¿De quien
reniegas de Ella o del Tiempo?
Y yo respondo: ¿Y es que acaso no
son los dos la misma cosa?
HOMBRE QUE MIRA A UNA MUCHACHA. M. BENEDETTI
Para que nunca haya mal
entendidos
Para que nada se interponga
Voy a explicarte lo que mi amor
convoca
Tus ojos que se caen de
desconcierto
Y otras veces se alzan
penetrantes y tibios
Tienen tanta importancia que yo
mismo me asombro
Tus lindas manos mágicas
Que te expresan a veces mejor que
las palabras
Tan importantes son que no oso
tocarlas
Y si un día las toco es solamente
para retransmitirte ciertas claves
Tu cuerpo pendular que duda en
recibirse o entregarse
Y es tan joven que enseña a pesar
tuyo
Es un dato del cual me faltan
datos
Y sin embargo ayudo a conocerlo
Tus labios puestos en el
entusiasmo
Que dibuja palabras y promete
promesas
Son en tu imagen para mi los
héroes
Y son también el ángel enemigo
En mi amor estas toda o casi toda
Me faltan cifras pero las calculo
Me faltan indicios pero los
descubro
Sin embargo en mi amor hay otras
cosas
por ejemplo los sueños con que
muevo la tierra
La pobre lucha que libre y
libramos
Los buenos odios esos que
ennoblecen
El dialogo constante con mi gente
La pregunta punzante que me
hicieron
Las respuestas veraces que no di
En mi amor hay también corajes
varios
Y un miedo que a menudo los
resume
Hay hombres como yo que miran
tras las rejas
A una muchacha que podría ser vos
En mi amor hay faena y hay
descanso
Sencillas recompensas y complejos
castigos
Hay dos o tres mujeres que forman
tu prehistoria
Y hay muchos años demasiados años
De inventar alegrías y creerlas
después a pie juntillas
Querría que en mi amor vieras
todo eso
Y que vos muchachita con
paciencia y cautela
Sin herirme ni herirte
Rescataras de ahí la luna, el río
Los emblemas rituales,
Los proyectos de besos o de
adioses
* Espero Curarme de ti. Jaime Sabines (Dame Agua) | |
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